Una vez más, El Gordo ha regado de millones las zonas humildes y con familias necesitadas de muchos rincones de España. Y en Málaga no ha sido una excepción. El 71198 ha regalado euforia en barrios donde hace mucha falta. Como la Trinidad. Y también en otros obreros, como la Cruz del Humilladero o La Luz. Carmen Aguilera, dueña de la administración de lotería de la avenida de La Luz, no cabía en sí de gozo pasado el mediodía de ayer, después de conocer que el suyo era uno de los despachos que ha repartido el primer premio del sorteo extraordinario de Navidad que tanta ilusión despierta entre los malagueños. «Estoy muy feliz de haber repartido El Gordo aunque a mí no me haya tocado nada. Esto es un barrio obrero y va a venir muy bien», decía.

En La Luz, el primer premio ha repartido 8 millones de euros. La administración de Loterías de la avenida de La Luz 19 ha vendido un total 20 décimos. Aguilera regenta de este establecimiento desde hace 32 años. Ha sido su primer Gordo pero no la única vez que ha escuchado un número suyo en el sorteo: «Dimos el cuarto premio hace tres años, pero este año hemos dado el grande», comentaba emocionada.

Como suele ser habitual, ella no llevaba precisamente ese décimo, aunque nada frena su alegría y la de su compañero, Mario Conde. Aguilera, que no paraba de reír, dar y recibir abrazos, señaló que ella ha vendido dos series del número.

Pocas veces un premio es tan necesitado. «Aquí hace mucha falta. Es una alegría», aseguraba María, una cliente habitual de la administración, que ha acudido al local para ver cómo lo estaban viviendo en el lugar en el que compró su décimo. Juan, un amigo de los loteros, comenta que tampoco le ha tocado nada, solo la devuelta, pero que se siente muy feliz por Carmen, «que es un encanto de niña».

Carmen Aguilera no conocía la identidad de ninguno de los ganadores, ni siquiera Carmen: «He visto a mucha gente en la puerta, pero nadie me ha dicho nada». Paloma, otra de las clientas habituales de la administración de La Luz, que en la víspera del sorteo no pudo encontrar ese 71198 que sí llevaba hace unos días, zanja el misterio: «Ahora mismo están todos escondidas, pero ya saldrán».