El aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, que en 2017 ha vuelto a batir su récord de pasajeros con más de 17 millones de usuarios y a falta aún de contabilizar los datos del mes de diciembre, tiene ofertados para esta temporada de invierno a través de las diferentes aerolíneas un 8,1% más de vuelos que en la campaña invernal precedente y un 7,7% más de asientos. Durante este periodo, que comenzó el pasado 29 de octubre y que discurre hasta el 24 de marzo de 2018, la infraestructura malagueña prevé gestionar 36.290 vuelos comerciales con un total de más de seis millones de plazas. En esas 21 semanas que integran la temporada invernal, 41 compañías aéreas conectan Málaga con 109 destinos (nueve más que el invierno pasado) a través de 188 rutas (diez más), según los datos facilitados por Aena. Treinta de estas rutas son nuevas. El hecho de que haya más rutas que destinos obedece, lógicamente, a que una misma ciudad puede estar conectada con Málaga con varios vuelos de diferentes compañías.

La fortaleza de los dos grandes mercados del aeropuerto malagueño, el europeo (154 rutas) y el nacional (31 rutas) sostiene estas cifras de progresión, que se afianzan con los crecimientos previstos en otras áreas de actuación, como Norteamérica (un 43% más de asientos y un 38,5% más de movimientos) o el continente africano (un 30% más de plazas y un 13,9% más de operaciones).

En lo que respecta a los movimientos entre ciudades españolas, las aerolíneas incrementan la oferta con subidas porcentuales cercanas a los 20 puntos. Hasta el último fin de semana de marzo, las compañías aéreas han programado 8.666 vuelos en el territorio nacional (un 18,6% más). También crece la cifra de asientos disponibles para desplazamientos entre Málaga y los distintos aeropuertos españoles, con 1,16 millones de plazas (un 17,9% más que en la temporada de invierno pasada).

Barcelona y Madrid se destacan entre los destinos nacionales con mayor oferta, con un 25,2% y un 13,9% más de asientos, respectivamente. Las operaciones programadas con ambos aeropuertos también se incrementan: un 20% en el caso de Barcelona-El Prat y un 16,7% con el Adolfo Suárez Madrid-Barajas. El número de rutas totales desde la infraestructura malagueña con ciudades españolas para este invierno asciende a 31, cinco más que en las mismas fechas de la temporada anterior, según las previsiones de Aena.

La creciente oferta de vuelos y plazas con destinos a Europa refuerza el peso de las conexiones entre Málaga y el viejo continente, con un 5,3% más de asientos y un 5% más de movimientos que en el mismo periodo anterior.

De hecho, 154 de las 188 rutas totales con las que contará este invierno el Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol son enlaces con aeropuertos europeos. En este sentido, suben las conexiones a Alemania (un 46,9% más de asientos y un 44,6% más de vuelos en 25 rutas), Países Bajos (un 16,7% más de plazas y un 20,4% más de operaciones), Suecia (un 14,1% y un 14,6% respectivamente), Dinamarca (11% y 11,8%), Italia (6,2% y 5,1%), Bélgica (2,8% y 6,3%) o Irlanda (un 2,4% y un 1,6%), entre otros.

No obstante, Reino Unido se mantiene como el principal mercado del Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, aglutinando 45 rutas, lo que lo mantiene como el país más conectado con la infraestructura malagueña. Las compañías aéreas han dispuesto 1.466.588 plazas en 8.160 vuelos con Reino Unido para el periodo que arranca el domingo 29 y concluye a finales de marzo del próximo año.

El 2017, el año más intenso

El aeropuerto malagueño contabiliza en 2017 hasta el mes de noviembre 17,6 millones de viajeros, cifra con la que supera ya en casi un millón de pasajeros la que se registró en 2016. Las cifras de diciembre, que se conocerán en unos días, vendrán a redondear un nuevo ejercicio histórico en el que el gran volumen de operaciones y de pasajeros motivó que la segunda pista del aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, inaugurada en 2012 y que tuvo un coste de alrededor de 624 millones de euros estuviera operativa seis de cada diez días en los primeros diez meses de 2017.

Según una respuesta parlamentaria a la que tuvo acceso este periódico hace unas semanas, la segunda pista funcionó durante 149 días entre el 1 de enero y el 18 de septiembre. Casi el doble que todo 2016, cuando se quedó en 88. Y es que durante la temporada alta de este pasado año, el aeródromo malagueño llegó a operar más de 2.340 vuelos con más de 400.000 pasajeros en un solo fin de semana, en concreto, en el tránsito de julio a agosto pasado.

En 2016 la segunda pista se abrió por primera vez antes del verano. En 2017, los aterrizajes y despegues han sido asistidos de forma permanente y solo hubo una jornada de cierre entre los meses de junio, julio y agosto. La instalación permite elevar la capacidad de respuesta en hora punta, pasando de un máximo de 37 a 65 operaciones cada 60 minutos.