El PP malagueño se ha metido en un juego de palabras y silencios a cuenta de la posible sucesión, o no, que diría Mariano Rajoy, el presidente gallego del Gobierno español, de Francisco de la Torre al frente de la alcaldía de la capital. Es como si se hubiera aficionado a los claroscuros o a escuchar aquello que le interesa y desechar lo que no. O tal vez esté todo ya pactado entre bambalinas y finalmente el presidente provincial, Elías Bendodo, sí suceda al longevo regidor. Lo que quedó ayer claro en la rueda de prensa de balance del año, con presencia de De la Torre y de su portavoz, Carlos Conde, es que ni uno ni otro mueven ficha, vamos que no dicen ná. Sólo ríen.

Bendodo, en el tradicional desayuno de Navidad con los medios y en la rueda de prensa posterior, charló animadamente con los periodistas y antes de subir a la tarima ya avisó de que no iba a dar titulares, pero los dio, porque a fuerza de insistir en la ambigüedad y el silencio, el clamor entre los plumillas sigue subiendo muchos decibelios, tantos que ayer sólo faltaba Rosa Francia, la esposa del alcalde, para aplicarle al también presidente de la Diputación, con su fina ironía de tertuliana radiofónica, eso de que «no le perdonaría» que no se presentase, por aquello de que su marido pueda dedicar los años venideros a su familia.

Bendodo se puso primero institucional y luego de perfil. Destacó que la secretaria general, Patricia Navarro, también presente, está liderando la estrategia de renovación de las estructuras locales, renovación que cuesta más en unos sitios que otros y si no que se lo digan a Margarita del Cid y Pedro Fernández Montes. Además, también anunció que, desde la próxima semana, es decir, tras el turrón y los Reyes, la formación inicia el proceso de elección de los candidatos de los 103 municipios de la provincia, lo que llevará al PP provincial de enero a la primavera. Cabe recordar que junio también es casi todo primavera y que la idea de Génova es tener todos los candidatos limpios y presentables antes de un año de las elecciones municipales, previstas para junio de 2019. «Estos son los plazos marcados desde Madrid para este proceso, que se abordará en los distintos municipios en función de las circunstancias, pero que en definitiva derivarán en que todas las designaciones sean realizadas un año antes de las municipales», dijo.

Luego se puso de perfil. Se le preguntó por las declaraciones del edil de Seguridad, San Mario Cortés -por el calvario que está pasando con la huelga de los bomberos- en la Ser en la que este decía: «A estas alturas, el alcalde debería optar de nuevo a la reelección» porque no habría tiempo para «vender» a un nuevo candidato, es decir, Bendodo, lo que viniendo de un bendodista suena a disidencia pactada (nos ponemos de acuerdo para decir cada uno una cosa distinta, para despistar) o a reflexión valiente, algo que Cortés ya ha demostrado ser. Bendodo dijo que él era amigo personal y compañero de Mario y que no iba a valorar una opinión personal, que en su casa, el PP, hay libertad para decir lo que se quiera. El resto de periodistas se echó encima del presidente popular a ver si podía sacarle algún titular, mientras el alcalde miraba divertido apoyado sobre una columna.

¿Repetirá como presidente de la Diputación? «Yo no digo ná», dijo. Sobre si aspira a nuevos retos, contestó: «Todas las ideas son seductoras, las regionales y las nacionales». Sobre si da tiempo o no a foguear a alguien, a él mismo se entiende, de cara a las municipales, sentenció: «Tenemos confianza en nuestras posibilidades» y luego, cuestionado por si le ilusiona trabajar por Málaga, dijo que eso es lo que hace ya. Las salidas por la tangente vinieron acompañadas de las habituales risas a coro de los diputados, senadores y parlamentarios autonómicos. La idea es no perder la ciudad más grande que gobierna el PP en España y en esas andan, mirando encuestas y viendo quién perdería o ganaría más apoyos de cara a 2019.

Bendodo maneja la tesis de que el PP y Ciudadanos están creciendo mucho en Andalucía y en un momento ese crecimiento podría darles la presidencia de la Junta, por lo que Susana Díaz, que de tonta no tiene un pelo, podría convocar elecciones anticipadas en la comunidad. Por fastidiar, lo que interferiría en la elección del candidato a la alcaldía. De la Torre tampoco dijo ná, pero Cortés sí que lo dijo.