Salvo adelanto electoral de las elecciones andaluzas, 2018 se presenta como un año en el que los ciudadanos no estarán llamados a las urnas. Eso no quita que los partidos no estén haciendo ya planes para llegar en las mejores condiciones posibles a la cita de las locales en 2019. Después de debutar en 2015 en la provincia de Málaga con cierto furor, Ciudadanos quiere seguir agigantándose y expandir el número de concejales que tiene repartidos por los diferentes ayuntamientos. En esta ocasión habrá, sin embargo, una diferencia fundamental en el planteamiento con el que se afronta la confección de las respectivas candidaturas. Si en 2015 las listas electorales se configuraban a través de un proceso de primarias, el único cabeza de lista que tendrá que someterse al dictamen de los afiliados para las locales de 2019 será el candidato a la alcaldía en Málaga capital. En la última asamblea general del partido, celebrada el pasado mes de febrero, se descabaló el funcionamiento interno hasta el punto de fijar la obligatoriedad de las primarias sólo para las ciudades y municipios que cuenten con más de 400 afiliados. Una circunstancia que sólo se da en la capital.

Adiós, entonces, a los tiempos en los que el partido de Albert Rivera presumía de primarias. En este caso, se da la circunstancia de que en Málaga capital, donde sí habrá primarias, siempre que haya más de un candidato, es donde más definido está el escenario. Nadie duda de que el actual portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Málaga, Juan Cassá, quiera repetir como candidato en 2019. Después de unos años de intenso trabajo, en los que Cassá ha puesto mucho énfasis en aumentar su grado de conocimiento entre los malagueños, no será fácil que alguien se presente con la intención de desbancarle. El propio Rivera ha puesto a Málaga como ejemplo de lo que es ejercer de «oposición constructiva». Las primarias, cabe resaltar, sólo serían para designar al cabeza de lista. El resto de integrantes se podrá designar a dedo, aunque tendrán que contar con el aprobado de la dirección regional. Fuentes conocedoras del entorno de Cassá aseguran que la intención que baraja es la de acompañarse de algunas personas representativas de la sociedad malagueña. Alejandro Carballo repetiría para premiar el trabajo realizado hasta el momento. De hecho, ayer estuvo presente en la reunión que mantuvo el presidente de Cs en Andalucía, Juan Marín, con los representantes de Aehcos en Málaga.

La incertidumbre crece, sin embargo, en el resto de municipios de la provincia. La formación naranja parte con dos premisas: aumentar el número de concejales en los ayuntamientos en los que ya tiene presencia e irrumpir en aquellos en los que se quedó sin representación o no presentó candidatura. Exceptuando Mijas, donde Juan Carlos Maldonado defenderá la alcaldía, se amplía el espectro de posibilidades. Marín aseguró que los candidatos definitivos no se presentarán hasta septiembre o octubre. En municipios con envergadura propia, como es el caso de Marbella, el partido no quiere que se le cuele «ningún candidato paracaidista» y las mismas fuentes aseguran que no está seguro que el actual coordinador local, Miguel Ángel Hijano, sea, también, el cabeza de lista. «Con la eliminación de las primarias también se evita el riesgo de que alguien pueda asegurarse su victoria a través de sufragar una afiliación masiva».

En el caso de Benalmádena ya se cuenta con unos precedentes negativos. Los representantes elegidos en 2015 abandonaron paulatinamente las filas o fueron expulsados. El partido quiere afinar el tino para 2019.