El relato 'Cuaderno de Bitácora', de Juan Buiza, ha sido ganador del concurso de microrrelatos sobre la Farola de Málaga y que ha estado activo durante todo el mes de diciembre, recibiendo 89 relatos. Finalmente, el jurado ha elegido el escrito de Buiza, destacando la originalidad, calidad literaria y tensión narrativa que le imprime a una historia de ciencia ficción donde la Farola es protagonista central, con un guiño a Joaquín María Pery y Guzmán, ingeniero responsable de su construcción en 1817.

El segundo premiado de este concurso es 'Luz', el relato enviado por Raúl Clavero que aborda con gran delicadeza y sensibilidad un tema tan complejo como el Alzheimer y sitúa a la Farola también como un elemento que ancla en cierto modo la memoria de los protagonistas, como ocurre con muchos malagueños, para quienes la Farola forma parte de sus recuerdos y su imaginario, lugar frecuente de citas, referencias geográficas, sentimentales y visuales.

El tercer premio ha sido concedido a un relato de Andrés Torres y ha sido elegido por votación popular tras contabilizarse 576 votos. El relato 'La leyenda de Málaga la bella y el ciego' es el que más votos recibió durante casi un mes en el que ha estado activo el concurso, duplicando al segundo clasificado.

El concurso de microrrelatos ha sido convocado por La Opinión de Málaga, en colaboración con el Puerto de Málaga, para apoyar los actos que se han celebrado por el 200 aniversario de la construcción de la Farola (1817-2017). Con este concurso, se ha querido destacar la presencia de este edificio como icono de la ciudad e implicar a los malagueños, con sus relatos, en este aniversario.

Ganador del concurso de microrrelatos: Cuaderno de Bitácora

Soy el único superviviente. Llevábamos un mes a la deriva cuando nos atacaron. No sé cómo acabé en esta torre, pero ahora es lo único que me separa de la muerte. Apenas me quedan provisiones. ¿Qué lugar es este? La planta baja está medio inundada, pero se lee parte de una inscripción: "...arola, 1817". ¿De verdad esa fecha es real? ¿Cómo puede ser este cilindro pálido lo único que emerge en miles de kilómetros a la redonda? Dicen que antes de la Tempestad, esto fue una gran ciudad. Supongo que el agua devoró sus cenizas, como todo. Pero entonces, ¿por qué tengo esta sensación de dejà vu? Esta torre del fin del mundo es lo más parecido que he tenido a un hogar. He logrado reactivar el mecanismo óptico de la corona. ¡Alguien tiene que verlo! No puedo creer que este cacharro funcione todavía, pero esta luz milenaria es mi única esperanza en este mundo oscuro y anegado. Ojalá alguien encuentre la botella...

Comandante J. M. Pery y Guzmán. Año 3017.

Segundo premio: Luz

La primera vez me asusté pero ahora, cuando desaparece, siempre sé dónde encontrarlo. Junto a La Farola se citaba con mi madre durante su noviazgo, y es allí el lugar en el que la busca constantemente, sin recordar que lleva ya varios años muerta. En las últimas semanas a menudo me confunde con ella y hoy, al anochecer, tras acompañarlo de regreso en su habitual paseo por el puerto, me ha pedido que me case con él.

-Tendremos una hija preciosa - ha afirmado con la seguridad aplastante de quien ya estuvo en el futuro.

-¿Sí? ¿Y cómo la llamaremos? - he preguntado.

Entonces él ha buscado la respuesta en la luz del faro y ha dicho mi nombre, y he tenido que morderme las mejillas para no llorar porque, por un instante, ha sido como si yo, de nuevo, existiera para él.

Premio del público: La leyenda de Málaga la bella y el ciego

Dicen que un barco entró en la Bahía hace mucho, mucho tiempo.

El capitán , que era algo cegato, se acercó al vigía, que era algo sordete, y le gritó:

-¿SE VE YA TIERRA?

- ¡Si mi capitán!

-¡PUES YO NO VEO UN PIJO!

(Normal, desde que la gaviota le cagó el ojo contrario a la mano del garfio y fue a rascarse).

-¡Esperaremos a estar algo más cerca!

Unas millas más adelante se repite la escena...y el capitán tampoco veía nada.

Un rato después...se veía perfectamente la FAROLA. no cabía la menor duda.

-¡Capitan! ¿Ya? ¡ES MÁLAGA! ¿ LA VE YA?

-¡Pues sí que debe ser BELLA, PERO YO NO LA VEO!

Cuenta la leyenda que desde entonces a Málaga se la conoce como "Málaga la ve ya" y el capitán terminó sus días mendigando en la ciudad de Granada dando lugar al famoso dicho: "Dale limosna mujer, que no hay en el mundo nada como la pena de ser ciego en Granada".