Los salarios de los trabajadores malagueños continuaron el pasado año muy restringidos en el marco de la negociación colectiva a pesar de que el ejercicio de 2017 volvió a confirmar los signos de reactivación económica que se vienen dando de un tiempo a esta parte. El contexto general de crisis se impuso así de nuevo y minimizó la evolución de los sueldos, que habría cerrado el año con un aumento medio de tan sólo el 0,98% en los convenios colectivos sectoriales y de empresas, según los cálculos provisionales del sindicato CCOO tomados del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL).

El indicador, denominado Incremento Salarial Ponderado (ISP), cumple así un lustro en niveles ciertamente mínimos, siempre por debajo del 1% anual. En 2013 y 2014, ejercicios de la época más dura de la crisis, las subidas marcaron suelos histórico del 0,67% y el 0,63% respectivamente, mientras en 2015 se firmó un 0,79% y en 2016 un 0,98%, porcentaje que se ha vuelto a repetir en este pasado 2017.

La subida salarial media pactada en los diferentes convenios en este 2017 repite así como la cuarta más baja en la provincia de Málaga desde el arranque de la actual estadística comparable, que data de 1998. Y pese a la mejora general de la economía, sigue por debajo los porcentajes de casi el 1,5% registrados durante los primeros ejercicios de la recesión y a gran distancia de las subidas de entre el 3% y el 4% que empresas y trabajadores vinieron pactando hasta antes de que se estallara la crisis.

El secretario de Acción Sindical y Medio Ambiente de CCOO en Málaga, Juan Antonio Perles, critica la actitud de los empresarios por no acceder a que los trabajadores empiecen a recuperar algo del sueldo perdido desde los inicios de la crisis (salarialmente se habla a nivel nacional de una reducción media del 7%, que en el caso de los sectores con mayor precariedad laboral se va hasta el 22%) ahora que la coyuntura confirma los signos de reactivación. Los convenios de sector registraron así una subida media de sólo el 1% mientras que los de empresas se quedaron en el 0,7%, según los datos de CCOO.

«Resulta llamativo que cuando los beneficios empresariales están ya en índices relativamente similares a los de antes de la crisis sigamos con un empleo precario, con la jornada parcial disparada en sectores muy preponderantes en Málaga caso de la hostelería y el comercio y, en general, con la subida de salarios como asunto a resolver. La patronal debe ser coherente con su análisis de la economía y pensar que no todo pasa por los beneficios sino por recuperar los sueldos», afirma.

Perles lamenta también que la subida salarial pactada en Málaga se sitúe por debajo de la media española que, según publicaba hace unos días el Ministerio de Empleo, ha ascendido en 2017 al 1,43%. A su juicio, esto es una muestra más de la «especial debilidad» del modelo productivo malagueño, que tiene una mayor dependencia del sector servicios.

Durante el pasado año se firmaron en Málaga convenios sectoriales como el de automoción (3.500 trabajadores), transporte de mercancías (5.000) o actividades agropecuarias (35.000), así como diversos convenios de empresa. En el cálculo anual del ISP, de todas formas, también se incluyen los convenios, tanto de sector como de empresa, que se actualizan de forma automática, sin necesidad de formalizar la revisión.

Negociación colectiva

El ISP ofrece una media de la subida pactada en la provincia a lo largo del año, por lo que puede darse el caso de convenios que hayan estipulado una subida superior frente a otros donde el sueldo ha quedado prácticamente congelado. Eso por no mencionar a las que directamente deciden inaplicar el convenio del sector, imponiendo a los empleados sus condiciones bajo amenaza de, por ejemplo, recurrir a despidos.

Para este 2018, los sindicatos tienen dos citas importantes: la negociación del convenio de hostelería, que afecta a unos 65.000 trabajadores, y el de comercio, que engloba a otros 68.000. En el primer caso, la mesa está ya constituida y se espera que en próximas fechas se inicien ya los encuentros.

Por parte de la patronal, el presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Javier González de Lara, afirmaba hace un par de semanas en una entrevista con este periódico que los sueldos deben empezar a subir ya mayor ritmo, aunque con cautela y de forma progresiva, ya que aún hay un 40% de pequeñas y medianas empresas con bases imponibles negativas en el Impuesto de Sociedades.

«Las empresas no pueden subir indiscriminadamente los salarios porque muchas tienen todavía pérdidas. Recuerdo también que en España tenemos también las cotizaciones sociales un 30% más altas que la media europea. Es un verdadero impuesto al empleo que nos hace menos competitivos. Eso no quiere decir que los empresarios no queramos subir los sueldos pero hay que hacerlo progresivamente y en mayor medida en aquellos segmentos donde haya posibilidades», apuntó González de Lara, que abogó además por vincular parte de la subida salarial la productividad.