La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, afirmó ayer que Málaga es uno de los mayores motores del emprendimiento a nivel nacional junto a Madrid y Barcelona y recordó que la provincia registró en 2017 el crecimiento más intenso del empleo en España, con una subida del 5% en su cifra general de afiliados. Báñez tiró de cifras para lucir la acción del Gobierno en materia laboral y afirmó, por ejemplo, que la creación de empleo entre los jóvenes aumenta en España a un ritmo del 8,5%, cifra que dobla el avance de afiliados a nivel general. Apuntó también que la tasa de paro entre los menores de 25 años ha bajado 20 puntos desde el comienzo de la recuperación. Pero pese al descenso, la situación de este colectivo sigue siendo muy preocupante. De hecho, el presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Javier González de Lara, recordó que la tasa de paro juvenil en la provincia es ahora del 39%, por debajo del 70% de los años más duros de la recesión (2012 y 2013) pero todavía el doble que la media europea (20%).

Báñez apuntó también que la recuperación del empleo en España es «intensa» (612.000 afiliados más en 2017) y añadió que alcanzar el objetivo de los 20 millones de ocupados en 2019 es «posible». A su juicio, la recuperación debe proseguir de la mano de la «estabilidad y el compromiso político». En el caso de Málaga, dijo que «ya se han recuperado casi 105.000 empleos, el 70% del empleo destruido durante la crisis» y tres de cada cuatro empresas destruidas (7.763), colocándose como la segunda provincia, tras Madrid, que más empresas ha recuperado en términos relativos.

La ministra acudió al acto de entrega de diploma del programa Primera Oportunidad, impulsado por la Diputación de Málaga para facilitar el acceso a jóvenes egresados de la UMA, y que ha cerrado su primera edición con un balance de 83 universitarios contratados en prácticas en 65 empresas malagueñas. Báñez ensalzó la iniciativa y manifestó su interés por promoverla desde su departamento por Andalucía y España. Ya está en marcha una segunda edición del plan, que se dirige a menores de 30 años (35 en caso de personas con discapacidad), con titulación en la UMA o la UNED, y sin experiencia previa en su titulación.

Los beneficiarios del programa, en el que participan la CEM y la Universidad y donde colabora el Ministerio, consiguen un contrato en prácticas en las empresas colaboradoras durante un periodo que oscila entre seis meses y un año. El objetivo es que esta segunda edición, que tendrá un millón de euros de dotación por parte de la Diputación (100.000 euros más que la primera) pueda ofrecer contratos a un centenar de universitarios.

Las empresas y jóvenes interesados en participar podrán registrarse a través de la plataforma Icaro (icaro.uma.es), a la que se puede acceder desde la web primeraoportunidad.com. En la primera edición, la Diputación ha sufragado a las empresas el 70% de los costes laborales de estos trabajadores. En la nueva convocatoria, este porcentaje será del 85% para empresas que ejerzan su actividad en municipios menores de 20.000 habitantes. En el resto, sigue el 70%.

En la primera edición, la mayor demanda de las empresas, de 13 municipios, fue de titulados en Ingeniería, Arquitectura, Marketing e Investigación de Mercados, Económicas y Periodismo. El 58% de los contratados han sido mujeres. La ministra dijo que el plan es pionero en España y lo calificó de «pasarela a la experiencia».

Por su parte, González de Lara, afirmó que el programa demuestra que los empresarios «creemos» en la Universidad, y admitió que en ocasiones se sienten «impotentes» por no poder incorporar a más personal a sus plantillas.

El presidente de la Diputación, Elías Bendodo, explicó que el plan pretende «dotar de currículos» a los universitarios para que luego puedan continuar con su búsqueda de empleo y pidió a las empresas malagueñas que se integren en esta iniciativa. Por la Universidad, el rector José Ángel Narváez afirmó que el programa les está sirviendo para «aumentar la empleabilidad de los egresados».