De llevarse a cabo, el de Málaga sería el primer bosque urbano de Andalucía y el quinto existente en España, tras Palma de Mallorca, Alicante, Valladolid y Torrejón de Ardoz, algunos de ellos en ejecución en estos momentos.

170.000 metros cuadrados, toda la parcela de los antiguos terrenos de Repsol, plantada con especies mediterráneas, un proyecto que, como explica Sergio Reyes, profesor de Geografía de la UMA, «puede generar un atractivo turístico, funcionaría de un modo sostenible en tiempos de lucha contra el cambio climático, sin tener que gastar mucha agua y, con terral, la temperatura podría llegar a bajar de 40 a 35 grados».

El profesor Reyes es uno de los fundadores de la Plataforma Bosque Urbano Málaga, que mañana martes cumple dos años de su constitución. Por el camino, tienen el respaldo de los partidos de la oposición, cerca de 40 colectivos, entre asociaciones vecinales, colegios profesionales, ecologistas y de otro tipo, así como el apoyo de más de 37.000 firmas (de la plataforma change.org y las recogidas en la calle). Un respaldo obtenido en buena parte gracias a charlas explicativas por muchos de los barrios de Málaga.

Y frente a este proyecto ciudadano, realizado por voluntarios, el proyecto del PGOU, con el apoyo de PP y Ciudadanos, de un parque que ha pasado de 80.000 a 130.000 metros cuadrados, con un rascacielos y tres de promoción municipal (estos de momento en suspenso,a la espera de la marcha del mercado), además de VPO, zonas deportivas y un bulevar que atraviesa la zona verde.

«Para nosotros no hay aumento de zonas verdes, el proyecto sigue siendo el mismo del PGOU, no nos salen las cuentas de ese aumento y se nota la presentación un poco precipitada y la ansiedad por intentar vender el proyecto», cuenta Pedro Francisco Sánchez, portavoz de la plataforma,que lamenta que aunque el colectivo se ha reunido con muchos responsables políticos, en estos dos años no ha podido aún explicarles personalmente el proyecto ni al alcalde, el popular Francisco de la Torre, ni a Juan Cassá, el líder de Ciudadanos, aunque sí a concejales de esos dos partidos.

«Nos ha sorprendido bastante el cambio de actitud de Ciudadanos, que al principio solo defendía dos torres», señala el portavoz de la plataforma.

«Un parque más»

Para Sergio Reyes, si el proyecto del PGOU se lleva a cabo, la diferencia con el bosque urbano sería radical, «porque íbamos a tener un parque más y ya sabemos como acaban de funcionar». El profesor de Geografía critica que la nueva infografía de los suelos de Repsol, presentada por PP y Ciudadanos, deje en blanco, como si no existieran, «20.000 metros cuadrados de bulevar, una parte que desaparece de la ciudad a favor del tráfico rodado. Y a los vecinos hay que decirles claro que aquí desaparecieron unas vías del tren muy peligrosas, que causaron muchas muertes y les vas a meter una especie de autovía igual de peligrosa».

Para Pedro Fernández, con esta plataforma ciudadana se muestra, por un lado, «un modelo desarrollista y desfasado de ciudad, que proyecta además 3.200 viviendas en el polígono de San Rafael, frente a un modelo del siglo XXI que cuenta con el respaldo de los organismos internacionales y la UE».

A este respecto, Ana Ferrer, otra de las promotoras de la plataforma, critica que «se supediten los derechos de los ciudadanos, el bienestar de la gente que te vota», mientras que en opinión de Francisco Javier López, que también inició la plataforma, todos los partidos deberían unirse «para sentirse orgullosos de crear algo que no tendrá parangón en Andalucía».

La plataforma seguirá muy de cerca los trabajos de descontaminación de los suelos, continuará con las charlas explicativas y tiene previsto reunirse con el delegado de Medio Ambiente de la Junta. «Y nos encantaría reunirnos con Cassá y Paco de la Torre no sólo aquí, en Repsol, sino llevarlos a los barrios y que vieran las necesidades de la población», recalca el portavoz.