El concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, explicó ayer que su área está ultimando una medida por la que se declarará Zona Acústicamente Saturada la mayoría de las calles del Centro histórico, unas 100, así como la zona de El Romeral en Teatinos, lo que conllevaría una moratoria para abrir nuevos negocios de hostelería, al menos durante un año, al entender que son las actividades que más ruido generan en la vía pública. La zona afectada contemplaría las calles que están dentro del contorno formado por Larios, Strachan, las plazas de Uncibay, Mitjana y Merced, y las calles Granada, Compañía y Alcazabilla.

La medida, que según Jiménez se esta negociando con el sector hostelero y se hará también con los vecinos, se prevé que esté inicialmente aprobada por la junta de gobierno local para el próximo mes, iniciando así su tramitación administrativa que culminará con su aprobación definitiva y entrada en vigor para el verano.

En concreto, Jiménez explicó que la iniciativa contemplará la prohibición de otorgar nuevas licencias de apertura a bares, cafeterías, restaurantes, discotecas o bares de copas, con la excepción de aquellos locales que reduzcan en un escalón el tipo de actividad generadora de ruido. El concejal puso como ejemplo que sí podrá otorgarse licencia cuando cierre una discoteca para pasar a ser un bar «pero de partida no se puede montar un nuevo bar».

Medidas complementarias

A partir de que entre en vigor la medida se realizarán nuevas mediciones para evaluar el resultado de la misma, por si fuera necesario tomar otras decisiones. En principio, la única medida a aplicar sería la moratoria para establecimientos hosteleros, pero en función del resultado de las mediciones que se tomen podría aumentar o incluso endurecerse. Las medidas más restrictivas implicarían la posible reducción de los horarios e incluso el cierre alternativo de establecimientos, para rebajar el impacto ambiental.

Esta iniciativa, que se lleva desde el área de Medio Ambiente, es complementaria a la que se aprobó el lunes en la comisión de Economía, que deberá gestionar el área de Comercio, y que supone aplicar una moratoria al cambio de locales comerciales para impedir que negocios tradicionales acaben convirtiéndose en un bar o una cafetería en el Centro histórico.

Este acuerdo, que deberá ratificar el pleno de mañana, no ha gustado, sin embargo, al equipo de gobierno. El portavoz municipal, Carlos Conde, explicó ayer que el equipo de gobierno «no parte de un planteamiento que, de alguna manera se imponga», por parte de la oposición, abogando por «tener sensibilidad» y lamentando que, incluso, la comisión de Economía de este pasado lunes «no deja de ser un planteamiento político, donde se ponen encima de la mesa diversas posturas y luego nos encontramos otras mociones en las que se pide el máximo diálogo», concluyó.