­El doctor Alba nos recibe en su despacho, en la tercera planta del Clínico. Reconoce que para poco por allí. Entre consultas, subidas a Madrid una o dos veces por semana y citas fijas a las que asiste como el Comité de tumores del Hospital de Antequera todos los miércoles, apenas tiene tiempo para estar en su despacho, sentado. Eso sí, en su tiempo libre le gusta pasear por el campo con su perro, «arreglar el mundo» en la sobremesa con unos amigos o disfrutar de un buen libro. John le Carré y Fernando Pessoa le acompañan durante las noches.

«Me han detectado cáncer». ¿Cuándo dejará de sacudir esa frase con tanta fuerza a afectados y familiares?

Eso va a tardar todavía. Cuando a uno le diagnostican un cáncer se acuerda todas las mañana de que tiene cáncer, aunque vaya bien. Hay tumores en los que se ha perdido un poco ese impacto negativo como en el cáncer de mama. Se ha normalizado porque es muy frecuente, le pasa a muchas mujeres y las mujeres han hecho que sea una enfermedad más pública. Además, el tratamiento y los resultados son buenos. Pero de otros tumores todavía no se ha conseguido eso.

La prevención sigue siendo la mejor medicina para evitar su desarrollo, ¿cuáles son los principales hábitos que debemos aplicar?

No fumar, mantener el peso corporal con una dieta prudente y ejercicio físico. No exponerse a la radiación ultravioleta de forma salvaje e intentar mantener los virus a raya, ya sea por la vacunación del papiloma o la hepatitis b. Eso, y tener prácticas sexuales seguras.

Sin embargo, ahora hay muchos gurús y dietas anticáncer en las que se afirma que el consumo o no de ciertos alimentos evita la aparición del cáncer, ¿cuánto hay de cierto en eso?

Esto ocurre en sociedades donde hay mucha abundancia y en esto ha contribuido mucho la interconexión entre personas a través de internet. A ver, que la dieta es importante en el cáncer no cabe ninguna duda. Como prevención es importante, fundamentalmente, que no ganes peso. La inmensa mayoría de las dietas anticáncer son solo supercherías, bulos. A fecha de hoy no hay ninguna prueba ni evidencia científica de que un alimento cure o provoque el cáncer. La dieta es importante, pero yo diría que más bien los hábitos de vida. ¿Qué duda cabe con que si te hinchas de pasteles la probabilidad de que estés más gordo es más alta? Por eso es malo el azúcar para el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares€ Tendríamos que ir a una dieta más sana en la que haya pocos precocinados pero, ¿quién tiene hoy día tiempo? La mejor dieta que hay contra el cáncer es cocinar, ni herboristería, ni suplementos.

¿Podría dar un porcentaje sobre cuánto afectan los malos hábitos y los factores genéticos?

Los hábitos malos son más frecuentes que los genes malos.Si coges a mil personas que fuman y mil que no fuman, la probabilidad de tener un cáncer de pulmón entre ellos es radicalmente diferente. Los genes son importantes y hay muchos de predisposición hereditaria a muchos cánceres, sobre todo, al de mama, ovario y colon, que son los más estudiados. Esos andan alrededor de un 5 o 6% de la población. Una colonoscopia permitiría disminuir la incidencia del cáncer de colon que es el más frecuente cuando se tienen en cuenta los dos sexos, en un 80 por ciento, pero no se hace por cuestiones logísticas y económicas. Si la gente se hiciera una colonoscopia a los 50 años, a los 55 y los 60 años no se moriría de cáncer de colon casi nadie.

¿No contempla la sanidad esas revisiones?

Eso es sabe y se intenta hacer pero hay unas restricciones económicas y logísticas muy altas porque hacerle una colonoscopia a toda la población a partir de los 50 años€ Necesitas médicos del aparato digestivo, colonoscopios, salas, tiempo... Eso es dinero.

¿Qué opinión tiene sobre las terapias alternativas para abordar el cáncer y por qué cree que ganan adeptos en los últimos años?

El país que mas utiliza las terapias alternativas es Alemania. Está relacionado con el Producto Interior Bruto y la renta per cápita. ¿Por qué? El diagnóstico de cáncer tiene un impacto importante y la gente normalmente recurre a los tratamientos tradicionales pero hay mucha gente que usa la medicina alternativa y complementaria. Los oncólogos no estamos en contra de eso, entendemos que mucha gente necesita engancharse a alguna cosa en un contexto de mucha ansiedad y desesperanza y, esto es una opinión personal mía, pero yo creo que es un sucedáneo de la religión. Dicho esto, como profesionales dedicados a esto tenemos que abordarlo y estamos intentando crear una unidad de medicina integrativa que tenga en cuenta dieta, ejercicio y relación mente y cuerpo.

La mayoría de la gente es sensata y lo que hace es simultanear ambas cosas. Yo diría que no dejen un tratamiento convencional por uno alternativo y que se lo digan a su médico por seguridad. Muchas veces hay interacciones entre productos. Por ejemplo, tomar pomelo y taxotere, un fármaco que se utiliza mucho para el cáncer de mama y de pulmón, puede ser mortal.

La Sociedad Española de Oncología Médica estima que en 2035 morirán más de 14 millones de personas a causa de algún cáncer, ¿qué le parece esa cifra?

Está aumentando la incidencia a ritmo de un 1 por ciento anual, fundamentalmente porque somos más mayores. Es una epidemia.

¿Aumenta la investigación de manera proporcional a estas cifras?

No. Uno de los grandes dramas en la investigación en España es que debido a crisis se ha volatilizado la investigación. Lo que invertimos en investigación en cáncer y otras cosas en España es la mitad que en Europa. Y Europa con EEUU, la mitad también. La investigación contra el cáncer es cuestión de dinero, si se investigara más los resultados serían mejores. España no es un país que estime mucho la investigación y la investigación contra el cáncer es la única manera de disminuir la mortalidad, si no, nos seguiremos muriendo como ahora.

Las donaciones por parte del empresario Amancio Ortega a la sanidad pública para combatir el cáncer ha recibido críticas y alabanzas a partes iguales.

Me parece bien. Yo creo que es un acto filantrópico y es bueno. Los que critican siempre es por la misma historia, que la sanidad pública debería resolver este tema con fondos propios y para ello, seguramente, tendría que subir los impuestos. A mí el tema de la filantropía me parece bien, en los países anglosajones no hubiera suscitado ninguna controversia. Yo creo que la respuesta es que no son cosas excluyentes y se pueden hacer ambas.

Hace años, cuando a una persona con recursos le detectaban un cáncer con un pronóstico difícil iba a tratarse fuera del país, ¿ha cambiado esto?

Creo que no hay gran diferencia entre tratarte aquí o en otro sitio a nivel de resultados. No estoy hablando de confortabilidad, de que estés solo en una habitación, de que se hagan las pruebas de una manera más cómoda€ Pero a nivel de resultados no hay grandes cambios, la mortalidad por cáncer global en América y aquí es parecida pero la gente se va por angustia, por privacidad; pero por cuestión de eficacia no hay grandes diferencias. Eso no es óbice para que en la sanidad pública se intenten hacer las cosas mejores cada vez. Nos falta rapidez, accesibilidad y hacer las cosas más integradas. Eso hay que mejorarlo.

Especializado en el cáncer de mama, los tumores más femeninos son algunos de los que más investigados. ¿Cuáles cree que deberían ser más investigados en el futuro?

Si apuestas por incidencia tendrías que investigar más los más frecuentes y ya se hace. Son el cáncer de mama, el pulmón, colorrectal y la próstata. Esos son los cuatro jinetes del Apocalipsis del mundo moderno y los cuatro más frecuentes. Pero si miras los peores sería el de páncreas, el de cerebro, el cáncer de esófago€ Pero la mayoría de la investigación se centra en los frecuentes y los infantiles.

Las líneas de investigación más punteras apuestan por fármacos inteligentes que destruyan las células afectadas y terapias individualizadas, ¿cuándo será una realidad?

Ya es una realidad en ciertos aspectos. Eso se llama medicina de precisión y ya hay un 10 ó 12% de los tumores que se tratan así. Hoy día se están viendo cuáles son las características genéticas del tumor para tratarlo. Otra cosa que va a tener un gran impacto es el diagnóstico precoz con técnicas de biopsia líquida. Los tumores segregan en la sangre unas cantidades pequeñas de ADN mutado, que es diferente al normal. Si encuentras el ADN mutado sabes que hay un tumor y podrías, hipotéticamente, con un análisis de sangre diagnosticar tumores.

En Málaga se detectan unos 7.000 casos anuales, ¿corresponden a los tipos de cáncer más desarrollados?

En Occidente siempre. Si vas a África o Asia cambia porque en el mundo en desarrollo hay otros como el cáncer de hígado o el de cuello uterino en Sudamérica. Pero Norteamérica, Europa, Australia o Nueva Zelanda tiene los mismos.

¿Cómo está la sanidad malagueña en este ámbito?

A nivel de resultados estamos bien. En la mortalidad por cáncer aquí estamos en un rango incluso menor que la media del país pero se siguen muriendo la mitad de los pacientes. Creo que aquí la concentración y fusión de todos los servicios oncológicos es una ganancia clara. En los tumores frecuentes, para poder tratarlos todos de una manera homogénea, y en los infrecuentes, si no los centralizas en el mismo equipo ese equipo no tendrá nunca experiencia para hacerlo de manera excelente. Es una línea que el Servicio Andaluz de Salud puso en marcha en el año 2003 y tuvieron que tirar para atrás. Yo iría a una concentración de las patologías y me centraría mucho en el diagnóstico precoz y la investigación.

Aquí en Málaga están centralizados los servicios de oncología médica pero las patologías infrecuentes deberían estar centralizadas, la radioterapia, la cirugía € En cáncer de mama se han conseguido mucho y ahora estamos detrás del cáncer geniturinario. Vamos a presentar una unidad de referencia donde todos los profesionales implicados se van a dedicar a cáncer geniturinario, fundamentalmente, al de próstata.

¿Qué le pediría al tercer hospital?

Málaga está discriminada desde el punto de vista de inversión. Es un hecho y es urgente de resolver. Creo que el Hospital Regional se ha quedado obsoleto desde el punto de vista de la construcción y habría que hacer un hospital moderno de alta tecnología pero antes habría que resolver otra cosa para tener unos servicio sociosanitarios de alto nivel. En los dos hospitales, que son de agudos, hay pacientes crónicos que podrían estar mejor en un hospital de cuidados intermedios o en sus casas con apoyo de enfermería. Estos hospitales son para un infarto, si tienes un accidente grave de coche, si tienes un cáncer importante o te tienen que operar del cerebro, no para pacientes pluripatológicos de cierta edad. Habría que tener más enfermería comunitaria y soportes en casa y, después, hacer un hospital de alta tecnología no muy grande con un gran área de consultas externas, no más de 800 camas y dejar a Carlos Haya como centro de cuidados intermedios. ¿Dónde? Yo detrás del Materno no lo veo. Entre trabajadores, personas y todos los coches que hay no sé cómo van a llegar allí. En los presupuestos de 2018 no tienen un guiño. Yo no sé si estará en los de 2019 pero eso quiere decir que no vamos a tener el hospital hasta dentro de 15 años y Málaga no puede esperar 15 años con los recursos que tiene.

El sistema tiene que cambiar. Sé que es impopular pero esos de los puestos para toda la vida no lo veo. Tendría que estar ligado a objetivos que se consigan. Necesitamos una organización diferente aquí y en toda Andalucía.

Se plantean conciertos o consorcios con la sanidad privada mientras se construye el tercer hospital.

Está por ver que fuera exitoso. No lo sé. Pero si sé que ese hospital antes de 10, 12 o 15 años no va a estar. Málaga va a ser la provincia con más población de aquí a poco y tiene una dotación sanitaria, comparada con Sevilla o Granada, que no tiene nada que ver. Necesita una solución urgente.