La Audiencia de Málaga ha condenado a un año y medio de prisión al empleado de una aseguradora por estafar a la empresa declarando siniestros que no se habían producido, con lo que logró el pago de 4.245 euros, así como la cantidad de 12.677 euros como consecuencia del beneficio obtenido por la contratación ilícita.

Según se señala en la sentencia, el acusado trabajaba como agente de la entidad y, entre marzo de 2011 y mayo de 2013, «aprovechándose de su relación de empleado de la empresa y de la confianza existente», declaró «multitud de siniestros que no se habían producido».

Así, hizo constar en esos siniestros a asegurados de su cartera de clientes, logrando de esta forma que la empresa, señala la resolución, «pagara las correspondientes indemnizaciones, que eran incorporadas fraudulentamente al patrimonio del acusado», con loque lograba las cantidades antes mencionadas.

Para conseguir eso y «dar una apariencia de verosimilitud a los siniestros denunciados», el acusado presentaba a la aseguradora facturas «que eran falsificaciones de las originales o que él mismo elaboraba». A la fecha de la sentencia, el procesado había pagado 4.245 euros como parte de la responsabilidad civil.

Para la Audiencia, los hechos constituyen un delito de estafa y otro de falsedad, en ambos casos con carácter continuado, por lo que imponen por el primero la pena de un año de prisión y por el segundo la de seis meses de cárcel. Además, se le condena a pagar una multa de 1.800 euros y a indemnizar a la aseguradora con 12.677 euros.

Además, se aprecian las circunstancias atenuantes de confesión y de reparación del daño. La sentencia se dicta con la conformidad del acusado y de su defensa con los hechos por los que se iba a juzgar al hombre y con las penas solicitadas por la Fiscalía, por lo que no fue necesario continuar el juicio y la sentencia es firme.