Las empresas extranjeras instaladas en la ciudad de Málaga tienen previsto de forma mayoritaria aumentar o al menos mantener su inversión, sus ventas y su empleo a lo largo de este 2018, según se desprende del primer Barómetro del Clima de Negocio presentado este miércoles por el Ayuntamiento y la Fundación Ciedes, que refleja que la calidad de vida, las infaestructuras, el capital humano y los bajos costes laborales son algunos de los elementos más atractivos para las compañías que eligen venir a la capital. Por contra, la escasa disponibilidad de suelo industrial y su coste, el precio de alquiler de las oficinas, el escaso nivel de incentivos y ayudas a la I+d+i privada o el bajo dominio de los idiomas del capital hunano figuran en la lista de lo menos valorado.

En concreto, el informe revela que el 70,4% de las firmas foráneas presentes en la capital prevé elevar su nivel de ventas y otro 22,2% al menos lo mantendrá (en total un 92,6%), frente a sólo un 7% de firmas que estiman un descenso. En el capítulo de la inversión, casi un 60% esperan subidas y otro 25,9% les darán continuidad (la suma supone el 85,2% del total). En lo que se refiere a generación de empleo, el 40,7% incrementará plantilla y otro 44,4% la mantendrá (en total, el 85,1%).

La concejala del Área para la Reactivación Económica del Ayuntamiento, María del Mar Martín Rojo, y la directora gerente de la Fundación Ciedes, María del Carmen García Peña, acompañadas por la vicepresidenta ejecutiva de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Natalia Sánchez, han destacado el atractivo de la capital para las empresas extranjeras y han comentado que el barómtro (el primero de sus características elaborado a nivel local en Andalucía) pretende realizar un seguimiento de las empresas foráneas asentadas en la ciudad y evaluar aquellos factores que favorecen su inversión.

"Con estos datos en la mano, podremos potenciar aquellos elementos que sean de mayor interés para los inversores extranjeros, y también reducir los que supongan un obstáculo", ha explicado Martín Rojo. Las encuestas se han realizado, por un lado, a empresas con capital extranjero asentadas en Málaga y, por otro, a entidades, organismos y profesionales conocedores de esta realidad.

El informe destaca que Málaga es un gran receptor de inversión empresarial extranjera en Andalucía, aunque en este caso los datos son a nivel provincial. Así, la provincia malagueña concentra una inversión foránea permanente que en 2015 ascendía a 2.200 millones de euros, lo que supone casi el 30% del total andaluz. De 2013 a 2015 la cifra aumentó un 42%, el doble que en la comunidad (un 20%). En cuanto a los flujos anuales de inversión, Málaga representaba en 2016 el 31% del regional y el 0,3% del nacional, con 125 millones de euros.

Como razones para estar en Málaga, las empresas extranjeras citan como principal motivo su localización geográfica (un 89% de los casos), seguido del hecho de que cuenta con buenas infraestructuras (44,4%) y que el territorio resulta atractivo en general (40,7%). Otros elementos que condicionan el establecimiento en la capital tienen que ver con los reducidos costes laborales (37%) y el tamaño del mercado local (33,3%). Por otra parte, una de cada cuatro empresas (26%) selecciona Málaga por el acceso a los mercados, la cualificación de la mano de obra, las comunicaciones y la fácil adaptación de los extranjeros a nuestro estilo de vida.

Las principales fortalezas tienen que ver con sus infraestructuras de comunicación, destacando especialmente el aeropuerto y el AVE. Asimismo destaca, la oferta de ocio y cultura, la percepción de que Málaga es una ciudad segura, los servicios de telecomunicaciones y la disponibilidad de mano de obra (tanto cualificada como no cualificada). También se destaca la presencia de parques científicos y tecnológicos o el puerto y las carreteras.

En contrapartida, las principales debilidades señaladas por las empresas tienen que ver con los costes energéticos y de telecomunicaciones, así como las "insuficientes" ayudas para la I+D+i y el desarrollo tecnológico. También apuntan a la falta de suelo industrial y su elevado coste, así como el "deficiente" tren de mercancías o el bajo dominio de los idiomas.

A partir del estudio, el Ayuntamiento considera que los retos pasan, por ejemplo, por una mejor capacitación idiomática y por una mayor atención desde el nivel educativo para la adaptación del capital humano a esta realidad empresarial. "A veces los problemas pueden venir del choque cultural", ha comentado García Peña.

División por áreas

Por áreas, las infraestructuras son la segunda área más valorada por las empresas extranjeras, que destacan por encima de ellas la calidad de vida que la ciudad ofrece a sus empleados. Lo más valorado es el aeropuerto, así como la disponibilidad de infraestructuras y servicios de telecomunicación, por delante del puerto y las carreteras. Los aspectos peor valorados son la disponibilidad de suelo industrial y el ferrocarril de cercanías, así como la disponibilidad y calidad de las redes de proveedores y los centros logísticos y las redes de distribución.

En cuanto a los costes, En cuanto ael área que obtiene la peor puntuación tiene que ver con la energía y el teléfono, así como el coste del suelo industrial. Por el contrario, los mejores resultados corresponden al coste de la mano de obra no cualificada (el que mejor valoración obtiene), seguido del coste de la mano de obra cualificada, los costes de alquiler de oficinas, de adaptación a la normativa y de transportes. "Es importante destacar que el coste de la mano de obra es una de las motivaciones de instalación en Málaga", apunta el docunento.

El capital humano ocupa el tercer lugar en la valoración. Lo mejor es la disponibilidad de mano de obra, cualificada y no cualificada, seguido del sistema de formación profesional y la capacidad de aprendizaje. Lo peor es el dominio del idioma extranjero, el sistema educativo en general, la aceptación de responsabilidades y objetivos y la calidad de las escuelas de negocio. Destaca el hecho de que las empresas extranjeras otorgan una mejor puntuación a la calidad del sistema de formación profesional que al sistema educativo general.

La innovación es uno de los aspectos peor contemplados. Los aspectos que mejor se valoran en ambos casos son la existencia y capacidad de parques científicos y tecnológicos, así como la disponibilidad de investigadores, seguido de las acciones de apoyo y subvenciones del Área de Nuevas Tecnologías para el desarrollo tecnológico de las empresas. La peor puntuación la obtienen el total de gastos públicos en I+D+i y los incentivos y ayudas para su desarrollo en el sector privado.

La calidad de vida es el elemento mejor valorado. Los factores de ocio y cultura, seguridad y coste de vida son para todos los encuestados los que mejor valoración tienen, segudos deel sistema sanitario y la disponibilidad de escuelas internacionales.

A partir del estudio, el Ayuntamiento considera que los retos pasan, por ejemplo, por una mejor capacitación idiomática y por una mayor atención desde el nivel educativo para la adaptación del capital humano a esta realidad empresarial. «A veces los problemas pueden venir del choque cultural», apuntó García Peña.