"Queda terminantemente prohibido el uso de cualquier equipo considerado como EPI (Equipo de Protección Individual) no suministrado ni controlado por el Servicio". Con esta orden han respondido los responsables del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga a la compra de zahones que los trabajadores han pagado de su propio bolsillo. La circular, firmada por un el oficial técnico Carlos Utrera Martín, se lanzó tres días después de que este diario publicara la adquisición de cinco zahones valorados en 339,56 euros, medida adoptada por el Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB) tras comprobar que la jefatura no hace frente a un requerimiento de la mismísima Inspección de Trabajo, que tras una revisión del material instó en noviembre a los responsables del cuerpo a que facilitaran a los trabajadores el material adecuado (guantes, calzado y ropa) para los trabajos con motosierra.

En una circular firmada un día antes de prohibir taxativamente el uso del material, el mismo oficial técnico menciona sendos artículos de la Ley de Protección de Riesgos Laborales para asegurar que la selección, suministro y el contros de los EPI es una obligación del empresario y el suministro gratuito un derecho para el trabajador, aunque subraya que este no puede disponer del mismo "como le plazca". Acto seguido se advierte a la plantilla de que si un trabajador usa el equipo sin el control de la empresa está "usurpando" las obligaciones de la propia administración. Y, a pesar de que la empresa no cumple con el requirimiento de la Inspección de Trabajo, añade: "Y eso contando con que el EPI que debe usar sea el adecuado, porque seguramente no lo haga a la evalucación de riesgos laborales y a la planificación de las medidas correctoras establecidas por el servicio de prevención tanto propio como ajeno de la administración, siguiendo los criterios establecidos en la legislación y no de un determinado sindicato o su delegado de prevención con sus criterios personales".