El tráfico de cruceros turísticos se convirtió en el año 2017 en la principal fuente de ingresos del puerto de Málaga (por delante en esta ocasión del movimiento de graneles sólidos), una posición que no ostentaba desde hace varios años. El recinto portuario registró en concreto un resultado de explotación de 18,3 millones de euros, de los que el 21% correspondió a los cruceros, un 20% a graneles sólidos, un 18% a la gestión del dominio portuario (por ejemplo, Muelle Uno), un 16% a las líneas regulares con Ceuta y Melilla y un 10% a la reparación naval, por citar los capítulos más significativos. El beneficio del ejercicio fue de 1,03 millones de euros.

Las cifras de ingresos han bajado ligeramente respecto a años anteriores, algo que el presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, y el director del puerto, José Moyano, han justificado en la rebaja de tasas y en el aumento de bonificaciones del recinto para ser más competitivos. "No podemos tener fama de ser un puerto caro y donde se opera con dificultad. Todo lo contrario. Estamos intentando ser un puerto de precios y tasas similares al resto y con servicios de máxima agilidad, eficacia y claridad", ha apuntado Plata. Estas rebajas de tasas y bonificaciones hacen que el puerto deje de ingresar, según sus datos, alrededor de dos millones de euros para atraer más actividad. "Nunca el puerto ha tenido tanta superficie ocupada como en este 2017", ha asegurado.

En el capítulo de cruceros, las cifras indican que el puerto recibió 509.644 pasajeros durante 2017 a bordo de 299 buques, con aumentos del 18,2% y el 14,7% respectivamente en relación al año anterior. La mejora de la estacionalidad, el incremento de escalas en base y la apuesta de las compañías de lujo por el puerto y el destino fueron los ejes fundamentales que impulsaron el tráfico de cruceros en 2016, y la tendencia ha continuando en 2017. "Cabe destacar que, durante el último ejercicio, Málaga fue uno de los principales puertos españoles que más creció de forma porcentual", han apuntado. Las operaciones de puerto base (es decir, cuando Málaga es punto de partida o de llegada del viaje) alcanzaron el 28%, muy cerca ya del 30% que se llegó a contabilizar hace unos años.

El tráfico total del puerto superó en el apartado de las mercancías los 2,9 millones de toneladas, consolidándose la actividad en relación al año anterior. Los datos bajaron un 1,2% con respecto a 2016, un año de gran aumento de la actividad, pero mantienen la subida en relación a los ejercicios previos. "Ha sido un buen año, donde hemos mantenido el crecimiento, sobre todo por el movimiento de graneles agroalimentarios", han afirmado. Esta apuesta ha paliado la pérdida de movimiento de contenedores en los años 2014 y 2015, aunque las cifras en este segmento también han repuntado en los dos últimos años.

La reorientación del recinto portuario, mediante la apuesta por los tráficos agroalimentarios y la búsqueda de nuevos modelos de negocio, así como el desarrollo de estrategias comerciales para continuar potenciando el tráfico de cruceros y la conexión con el norte de África fueron las principales líneas de trabajo que se desarrollaron durante el pasado ejercicio, como continuación de las acciones iniciadas en años anteriores.

El número de buques llegados a puerto en 2017 (1.547 frente a los 1.370 recibidos en 2016) representó un incremento del 12,1% respecto al periodo anterior. El puerto movió 1,6 millones de toneladas de granel sólido, entre las que cabe destacar el cemento y clínker (729.900); cereales y su harina (544.764); y pienso y forrajes (198.400), entre otros.

El tráfico de granel agroalimentario, que experimentó un fuerte incremento en 2016, se consolidó así durante 2017 hasta alcanzar 743.211 toneladas. "La consolidación de este tipo de tráfico está propiciando el desarrollo de importantes inversiones privadas para ofrecer un mejor servicio y mayor capacidad de gestión de esta actividad", han explicado los responsables del puerto. En cuanto al tráfico de graneles líquidos, el recinto portuario movió 134.508 toneladas, principalmente gasoil y aceite de oliva. Ambos representaron el 68,6% de este tipo de tráfico.

En el segmento de contenedores, el movimiento volvió a subir en relación al año anterior: 488.707 toneladas frente a las 476.510 de 2016, lo que supone un aumento del 2,5%. El recinto sigue recuperando así actividad respecto a los niveles mínimos de los años 2014 y 2015, en los que se notó la competencia del puerto de Tánger MED. "Somos un puerto muy cómodo para venir y llevarse los contenedores vacíos. En Algeciras, por ejemplo, las esperas son mayores", ha afirmado Plata.

En relación al tráfico de vehículos, en 2017 se experimentó una ligera disminución respecto a 2016 (de 57.955 a 54.776), aunque las cifras indican que Málaga continúa siendo "el puerto de referencia en el movimiento de este tipo de tráfico en el sur peninsular". A la entrada de coches Dacia se han sumado otros de mayor gama de marcas como Opel, Nissan o Renault.

Respecto a la líneas regulares, el tráfico de pasajeros entre los puertos de Málaga y Melilla registró una cifra de 298.886 pasajeros en 2017, lo que supone un aumento del 7,6% respecto a 2016. Los vehículos que acompañan a dichos pasajeros en sus desplazamientos alcanzaron la cifra de 37.925 unidades, con un aumento del 6,3%. Plata ha destacado el buen papel de la concesionaria Eurogate y de la empresa Balearia.

Plata ha defendido la estrategia del puerto de gestionar "en las mejores condiciones posibles" el dominio portuario, y ha asegurado que sin los ingresos procedentes de áreas como el Muelle Uno sería imposible aplicar las rebajas de tasas que están permitiendo generar más ingresos. "Hay que ser competitivo usando todos estos factores. Aprovechar el buen momento ahora que hay inversores", ha afirmado.

En cuanto a las inversiones, ha señalado que la mayor parte de las previstas son privadas, caso de las realizadas por Noatum, que ha construido cuatro silos de almacenamiento y que tiene planteado contruir otras cuatro, sustituyendo progresivamente las carpas.