Cuando J.K. Rowling decidió publicar el primer libro de Harry Potter, los primeros clientes de Melo’s ignoraban el éxito que iba a tener la saga biográfica del joven mago. 1997 fue el año elegido para ambas iniciativas, pero sus futuros no iban a tener la misma trayectoria. Las cajas de zapatos de este céntrico establecimiento de Málaga recuerdan a los envoltorios de las varitas mágicas de la tienda del Señor Ollivander. Pero el londinense Callejón Diagon no es la calle Especerías, donde la magia del comercio local se ha esfumado: la zapatería Melo’s cierra tras veinte años en activo.

«Llega un momento en que este tipo de negocio se queda obsoleto». Es la primera sentencia de los responsables de Zapatos Melo’s. El cierre de su establecimiento, como el de otros muchos comercios tradicionales del Centro de la ciudad, se debe al cambio en el modelo de negocio. Una evidencia reflejada en los nuevos hábitos de consumo. Sus clientes tradicionales no sabrían comprar un billete a Hogwarts y los de ahora, que esperan ansiosos en el andén que hasta algunos se han tatuado, sólo compran por internet: «Cada vez las necesidades son diferentes y existen otras opciones de consumo como la compra online», dicen.

Cuenta el gerente que fue el padre de su mujer quien inauguró la tienda que nunca más vigilará la estrecha calle Salvago. Por aquel entonces, sin ninguna firma famosa y multinacional a la vista, el negocio era solvente. «Hace 20 años el negocio funcionaba muy bien, pero ahora todo son firmas y marcas, y nuestros zapatos se quedan sin ninguna característica especial», manifiestan los responsables del establecimiento, detrás del antiguo mostrador de madera erosionado por el roce de los zapatos. «En Málaga, el consumo va más destinado a la firma y a los productos especiales. La gente sabe que hay una firma en el Centro y viene expresamente porque le interesa, pero no a nosotros», aclaran.

«A largo plazo, el cambio de la cultura comercial en este sector ha influido más que la crisis económica». Sí es verdad que la zapatería Melo’s vivió años mejores antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, pero el gerente del establecimiento insiste en el cambio del modelo de negocio como principal motivo: «Yo llegué al final de una etapa, de un ciclo que coincidió con la llegada del euro, pero que ahora se está cerrando». Una situación poco alentadora para los comercios del Centro de Málaga: «El comercio local desaparecerá en 10 años, sólo van a quedar grandes superficies, firmas, marcas y compra online», sentencian los responsables del establecimiento, para argumentar después que los pequeños comercios no tienen la capacidad suficiente para competir con los de mayor tamaño logístico. Abrir otra tienda de zapatos no está entre los planes de los dueños de este comercio que apura sus últimos días. «Nunca me atrevería a volver a abrir una tienda, es una cosa que no tiene mucho futuro, esto ha dejado de ser un negocio», aclaran. Ahora, su futuro profesional es la representación comercial.

El cierre de Zapatos Melo’s responde a un principio físico elemental. «La gente en octubre en vez de comprarse unos zapatos de invierno, se compra unas zapatillas de deporte». La energía, como el modelo de negocio y la magia, ni se crea ni se destruye: sólo se transforma.