Los usuarios de Muving en Málaga habrán notado el cambio al abrir el baúl que contiene los cascos para comenzar el viaje. Si antes se encontraban sueltos, sin control alguno, ahora los cascos están fijados por un conector que está anclado al mismo baúl, y que hay separar para poder liberar el casco. Es la mejora que ha introducido la empresa que gestiona a la flota de motocicletas amarillas de alquiler para evitar el robo de los cascos. Según los máximos responsables de Muving, la sustracción de los mismos representa "una de las principales lacras de este sector".

El avance tecnológico incorporado al baúl en el que se guardan los dos cascos identifica la presencia de los mismos. Al iniciar el viaje, el cliente encontrará los dos cascos conectados mediante unos cables al baúl de la moto, y deberá desconectar el que vaya a usar. Al acabar el servicio, el cliente deberá conectar de nuevo el casco o los cascos que haya utilizado al baúl. Una vez conectados los cascos, la aplicación de Muving permitirá finalizar el viaje y apagar la motocicleta, de lo contrario no será posible finalizar el viaje. La medida posibilita así identificar en todo momento que el cliente ha dejado correctamente los cascos dentro del baúl.

La implantación del sistema, al igual que en el resto de ciudades en las que opera Muving, se está implantando de manera paulatina, aunque está previsto que llegue a toda la flota en un corto plazo. Otra de las novedades tiene que ver con el diseño de los cascos. A partir de ahora, los usuarios sólo se encontrarán con cascos personalizados con el característico color amarillo y con el logo de Muving impreso. De esta manera, quien haya robado un casco y lo está utilizando sobre otra motocicleta que no sea de la empresa, ya se está delatando a sí mismo.

La flota de Muving en Málaga ronda las 100 motocicletas eléctricas. La mayoría son de 125 centímetros cúbicos, aunque los usuarios también disponen de scooter de 50. Al término de 2017, la aplicación contaba con unos 5.800 usuarios registrados en Málaga.