Una de las operaciones urbanísticas más polémicas de los últimos años, la que persigue la regeneración de la zona de Hoyo de Esparteros, con la construcción, está pendiente de los informes preceptivos que avalen el añadido de una nueva adenda al convenio urbanístico suscrito en su día por la Gerencia de Urbanismo y Braser, la empresa promotora de la operación, según informó ayer el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, en la comisión de Transparencia.

La nueva adenda plantea un principio de acuerdo que permita a Braser dar cumplimiento al convenio urbanístico y saldar la deuda de 4,8 millones de euros, más intereses que tiene contraída.

La fórmula propuesta por Braser supone una reformulación de las condiciones de pago que consiste en abonar ahora en metálico dos millones de euros y el compromiso para que los 2,8 millones y los intereses de demora restante sean abonados a la finalización prevista de las obras el 30 de septiembre de 2020. Todo ello con la presentación de un aval bancario por parte de Braser que garantizaría a Urbanismo cobrar toda la cantidad en caso de incumplimiento.

Pendiente de los informes

A cambio, Braser pide que el proyecto sea aprobado y concedida la licencia municipal de obras para poder entregarla a las dos entidades bancarias que se han comprometido a financiar la operación. Piden también el levantamiento del embargo que pesa sobre la promotora.

Pomares informó de que, por su parte, ha dado inicio a un expediente con fecha 24 de enero donde se les pide a los técnicos de Urbanismo que estudien y valoren la propuesta presentada por Braser y en el caso de que la misma cuente con todos los informes preceptivos favorables, se elevaría una propuesta a la junta de gobierno para la aprobación de la nueva adenda.