El grupo municipal socialista presentó ayer una moción en la Comisión de Sostenibilidad, que, por cierto, fue aprobada por unanimidad de los grupos, en la que se recogía la necesidad de auditar la gestión del Centro Zoosanitario de la ciudad, en el que en 2017 entraron 1.195 perros, de los cuales 483 fueron sacrificados, lo que supone una media de 26 perros al mes, con un incremento desde el 36 por ciento hasta el 40,4 por ciento entre 2016 y 2017, y hasta el 61 por ciento en el caso de los gatos, informó ayer el portavoz, Daniel Pérez. La moción fue defendida en el Salón de Plenos por la edil Begoña Medina, quien también propuso que el centro abra los domingos.

El edil del ramo, Raúl Jiménez, aseguró que está en estudio abrir una o dos tardes a la semana el centro para aumentar las adopciones, y en un futuro también podrían plantearse hacer en domingo, aunque eso queda lejos.

Por otro lado, el Ayuntamiento aseguró ayer que el centro ha renovado por séptimo año consecutivo la certificación ISO 9001, que acredita la adecuada gestión del centro para realizar las funciones que desempeña, desde el punto de vista sanitario de los animales, de limpieza, de profilaxis así como administrativas, para lo que se realizó una auditoría.