Un joven ha sido detenido por la Policía Local de Málaga tras ser sorprendido con cerca de 100 gramos de cocaína en su poder. El arrestado, de 34 años de edad, llamó la atención de dos agentes de la Jefatura de Puerto de la Torre que lo vieron realizando una maniobra ilegal con el vehículo que conducía.

Los hechos tuvieron lugar el pasado jueves 8 de marzo. Según fuentes policiales, el conductor del turismo accedió a la calle Zodiaco en dirección prohibida y, una vez estacionando, realizó un movimiento extraño desde su propio asiento que no pasó desapercibido para los agentes. Cuando se percató de la presencia policial, las fuentes aseguran que se guardó apresuradamente un paquete de tamaño considerable en uno de sus bolsillos. Una vez fuera del coche, los agentes procedieron a identificarle y a cachearle, momento en el que comprobaron que el bulto que se había guardado era un envoltorio del tamaño de un puño que contenía una sustancia que parecía cocaína en ronca, extremo que confirmaron los correspondiente análisis.

Posteriormente, los policías decidieron inspeccionar el vehículo y no tardaron en encontraron un monedero azul que el detenido ocultaba bajo el asiento del conductor que supuestamente contenía 21 bolsitas termoselladas de aproximadamente un gramo de peso cada una con la misma sustancia preparadas para su venta. En un hueco del salpicadero, por su parte, los agentes hallaron otras cinco bolsitas más, por lo que finalmente fue arrestado por un presunto delito contra la salud pública. En total, la droga intervenida arrojó un peso de algo más de 73 gramos.

Cocaína embotellada

En otra operación diferente, la Policía Nacional se han incautado en Málaga de 2.618 gramos de cocaína en paquetes de plástico en el interior de unas botellas de agua mineral. La sustancia ha sido intervenida a un hombre de 41 años, quien también la transportaba en su vehículo en el momento de ser identificado y que finalmente fue arrestado por su presunta responsabilidad en un delito de tráfico de drogas. Los agentes hallaron 15 paquetes de agua embotellada. Cada uno de los paquetes incluía seis botellas de 1,5 litros que habían sido había sido vaciadas de líquidos y cortada en su base para introducir la droga.