La Diputación ha cerrado su ejercicio financiero correspondiente al año 2017 con un superávit de 52,2 millones de euros. El presidente de la institución, Elías Bendodo, compareció ayer miércoles junto a la responsable del área de Economía, Francisca Caracuel, para desglosar los números que corresponden a la liquidación de los últimos presupuestos. Por otra parte, Bendodo aprovechó su comparecencia para presentar un balance de la ejecución presupuestaria durante el periodo de 2012 a 2017, asegurando que se mueve en porcentajes superiores a los presentados por sus antecesores socialistas en el cargo.

Parte del superávit irá destinado, según lo explicado por Bendodo, a saldar la deuda pendiente con los bancos. Algo que permitiría acabar con el pasivo en el mes de junio. De esta manera, se cumplirá con uno de los puntos en los que más hincapié ha hecho el actual equipo de gobierno del PP: conseguir cerrar esta legislatura con la aclamada «deuda cero». Por otra parte, la liquidación del pasivo abre una nueva vía de financiación. Con las cuentas en negro, a la Diputación se le abre la vía para acudir a los bancos para obtener financiación en el caso de que la Diputación lo precisara.

Preguntado sobre el destino del superávit restante, el presidente aludió a la necesidad de conocer primero los Presupuestos Generales del Estado (PGE). La valoración, en general, fue positiva y Bendodo reivindicó estos años de gobierno del PP en la Diputación: «Hemos conseguido una institución saneada que inyecta y apoya económicamente a los municipios más pequeños de la provincia, que contribuye a la generación de riqueza y empleo».

En relación a la ejecución de inversiones, el presidente aseguró que ronda el 75 por ciento, alcanzando un valor de «385 millones de euros en los últimos seis años». Por otra parte, Bendodo subrayó los plazos que presenta la Diputación en el pago a proveedores. «El periodo medio de pago se ha situado en 4,8 días. Con esto hemos conseguido crear riqueza y dinamizar la economía de muchas pequeñas y medianas empresas de la provincia», sentenció.

En cuanto a ejecución de inversiones, la media de los últimos seis años también se situará, según Bendodo, en valores que rondan los 385 millones de euros. De ellos, 328,6 millones se han destinado a infraestructuras y equipamientos de los municipios, y 56,4 millones de euros han ido para carreteras y edificaciones del patrimonio provincial. «Vuelve a quedar de manifiesto que la Diputación es la institución que más invierte en la provincia», aseguró.

Incidiendo, de nuevo, en el pago a proveedores, Bendodo resaltó que la Diputación es una de las instituciones que antes paga. «Si mañana viene alguien a realizar un trabajo, prácticamente, se le está pagando al día siguiente».

En los últimos seis años, el pago total por contratación de obras, suministros y servicios habría sido de 240 millones de euros. El periodo medio de pago a proveedores se situó en 2017 en 4,88 días, y en enero de este año ha sido de 3,6 días. Así que, en este caso, la Diputación mejora sustancialmente el límite máximo exigido por la Ley Orgánica de Control de la Deuda Comercial en el Sector Público.

Deuda cero

En una valoración más general, rebosante de optimismo con respecto al estado de las cuentas, Bendodo expresó su convencimiento de que la liquidación de la deuda que venía acosando a la Diputación será el paso definitivo para dar estabilidad a la institución. Según las cifras que siempre se han puesto sobre la mesa por parte del PP, en 2011, año que accedió a la presidencia, la deuda habría sido de 218 millones de euros. La deuda cero, según Bendodo, se alcanzará en junio.