Lo dice el director de la Zona de Málaga-Andalucía de Aguirre Newman, José Félix Pérez-Peña: «Málaga como ciudad es la punta de lanza ya no sólo de Andalucía, sino nacional; se ve como refugio para inversores de todo tipo, desde el logístico hasta el residencial pasando por el hotelero y el terciario». Además, indica, hay recorrido: «Desde hace año y medio se están materializando operaciones que antes eran impensables» como la del edificio de La Equitativa, el hotel Las Vegas, etcétera...

Una de las grandes demandas que hay en la ciudad es la de grandes edificios de oficinas, y la demanda internacional está haciendo que «se batan máximos históricos sobre todo en el Centro» de forma que se va a rentabilidades altísimas, de 5.500 ó 6.000 euros el metro cuadrado en viviendas, algunas de ellas con un precio final superior al millón de euros. Eso sí, cree que «Málaga ha crecido mucho en poco tiempo, tiene que tener estructura de ciudad, saber hacia dónde queremos dirigirnos», un trabajo que ha de liderar el Ayuntamiento de Málaga.

Lo mismo está ocurriendo con los alquileres, que se disparan por la proliferación de viviendas turísticas, todo ello a su vez impulsado por la estrategia del Ayuntamiento de primar el turismo cultural gracias a los museos y tratar de acceder a un turista de alto o medio poder adquisitivo, lo que al final traerá tiendas «de nivel medio alto a la calle Larios». Explica Pérez-Peña que «cuando se ha reactivado el tema en Teatinos a nivel inmobiliario, ha habido tal demanda de inversores para alquilar viviendas, que se ha vendido un edificio a inversores para alquilarlos a estudiantes; tienen un negocio, hay una demanda de presión para alquilar brutal».

La secretaria general de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga, Violeta Aragón, subraya que se está vendiendo sobre plano, «pero es que llevábamos diez años sin comprar», lo que hace lógico que exista una avalancha en la Costa del Sol y en Teatinos.

Pérez-Peña, por su parte, cree que alguien va a dar un pelotazo con el edificio de Correos, una vez que se cambie su uso a hotelero. Ahora es propiedad de la Junta de Andalucía. «La Junta sabe que vale 20 millones de euros y lo va a vender por eso». Francisco Sarabia, decano del Colegio de Arquitectos, asegura conocer a cuatro o cinco inversores interesados en invertir en ese hotel.

Hay que ir en la ciudad a por más hoteles, entienden, porque el déficit es de 70.000 plazas en la capital. Por ejemplo, aclara Pérez-Peña, Granada, que es la ciudad andaluza, por encima de Sevilla, con más hoteles, tiene un 40% más de establecimientos de esta naturaleza que Málaga, lo que da una idea del déficit en este sentido de la capital de la Costa del Sol. «Hay mucha gente dispuesta a pagar por vivir aquí, personas que están en Moscú y en Londres», añade José Félix Pérez-Peña, para insistir: «Ha costado mucho convertir Málaga, ha costado mucho trabajo traer inversores aquí, costaba la misma vida, todos querían ir a Barcelona y Madrid; en el momento en que estamos, los inversores hacen crecer la ciudad».

José Baglietto, responsable del área de Cooperativas y asesor jurídico del Instituto de Práctica de Empresa (IPE), insiste en que es necesario exigir buenas prácticas a los fondos de inversión que ahora vienen a la ciudad y a la Costa del Sol para desarrollar promociones inmobiliarias.

En lo que insisten todos, con especial énfasis Sarabia, que quiere que el Centro no pierda su carácter residencial, es en que la ciudad debe replantearse hacia el lugar al que va para no morir de éxito. Pérez-Peña lo ejemplifica así: «Todo esto es bueno para la ciudad, pero con moderación, sin especulación, con un control de qué se hace, cómo se hace, hacia dónde quiere ir: ¿hacia el Puerto? ¿Tiene sentido el centro comercial de Intu? Estos son los debates que la ciudad debe plantearse».