La asociación de vecinos Torrijos de Huelin denunció ayer el pésimo estado de la playa de San Andrés, tras los temporales de estas semanas, y alertó de que se encuentra en un estado nunca visto.

«Es la primera vez en mi vida que la veo así», indicó el presidente vecinal Francisco Moya, que señaló que han quedado al descubierto las placas de hormigón que servían de base al desaparecido merendero de El Corral de la Pacheca, demolido el año pasado, y la base de un segundo. «Los cortados son casi de un metro», subrayo en referencia a las tajadas en la arena que han aparecido en esta playa, que se extiende desde el espigón del puerto hasta la glorieta de Antonio Molina.

Francisco Moya lamentó la falta de comunicación con los vecinos tanto de la Autoridad Portuaria como del Ayuntamiento y recordó que la última charla telefónica con el presidente portuario, Paulino Plata, tuvo lugar a final del verano de 2017. Fue entonces cuando informó a los vecinos de que el Puerto de Málaga iba a aportar una primera tanda de 25.000 metros cúbicos de arena, de un total de 55.000, una cifra acordada por expertos de Cantabria que el año pasado estudiaron la situación de la playa y las corrientes marinas, explicó el dirigente vecinal.

«Pero todavía no han echado nada. Yo entiendo que hay que esperar a que acaben los temporales y el compromiso del puerto es echar 55.000 metros cúbicos y dejar la playa en condiciones, con 50 metros de arena desde el paseo marítimo, pero estos 25.000 primeros sólo van a servir nada más que para tapar boquetes».

En este sentido, consideró la cantidad que recibirá la playa de San Andrés de «insuficiente» y recordó que los cáculos de los técnicos cántabros se han realizado antes de que tuviera lugar esta sucesión de temporales.

«No creo que esos 55.000 metros cúbicos den para 50 metros de playa, después de los temporales. Pienso que cuando se echen servirán para dejar las playas como estaban antes, para que se puedan usar más o menos, pero no reunirán las condiciones para que, cuando llegue otro temporal, no se lleve la arena», argumentó.

Por este motivo, reclamó «buscar un proyecto definitivo que reúna las condiciones para que esto no ocurra».

Para Charo Lambert, vicepresidenta de la asociación de vecinos, la situación actual es «pésima» porque «para Semana Santa se espera muchísimo turismo, esta zona tiene mucha vida y es una pena que tengamos la playa así».

Por último el secretario vecinal, Andrés Jiménez, que también subrayó que nunca había visto la playa en tan malas condiciones, recordó que el problema lo provoca el espigón del puerto, que hace que toda la arena se acumule junto a él, «algo que lo reconoce el propio presidente de la Autoridad Portuaria», recalcó.

El islote o espigón

Como adelantó La Opinión en julio de 2016, la asociación de vecinos Torrijos propone, según el proyecto de un ingeniero de Puertos, un islote o espigón «a unos 100 ó 150 metros de la costa», a la altura de la glorieta de Antonio Molina, con el que «la marea tropezaría y no se llevaría la arena de la playa», explicaba entonces Francisco Moya, quien señalaba que «con este islote la línea de playa se mantendría completamente, como ocurre en la Misericordia».