La defensa del interés público del urbanismo de Málaga es una acción que nos debe acompañar en todo momento. Siempre procuro ejercer esa defensa desde el trabajo y el esfuerzo silencioso, y en ocasiones hay que expresarlo públicamente.

Las últimas manifestaciones totalmente infundadas que determinados grupos políticos y colectivos están realizando contra la actividad de la Gerencia Municipal de Urbanismo son motivo suficiente para considerar la necesidad de exponer una serie de datos y realidades objetivas. Y no lo hago por mí, sino para defender el trabajo diario, honesto e intenso de todos aquellos que integran este organismo municipal y que permanecen, y deben permanecer, al margen de consignas políticas y, por consiguiente, del intercambio de reproches que puede, y más en época preelectoral, formar parte del debate político; pero que, como buena práctica, debiera dejar al margen del fuego cruzado a aquellos que ejercen su labor profesional con dedicación a la función pública.

Acepto las críticas, cuando son constructivas y para seguir mejorando, que es nuestro objetivo permanente, pero no aquellas cuyo único objetivo es el daño gratuito y laminar la imagen, la trayectoria y el esfuerzo de muchos.

Se está acusando a los trabajadores de la Gerencia de Urbanismo de lentitud en las tramitaciones urbanísticas, trabas e, incluso, dando a entender que estamos dejando intencionadamente expedientes sin tramitar. ¿Cómo se puede hablar tan alegre e impunemente de lentitud o dejadez cuando los datos demuestran que estamos haciendo, gestionando y sacando adelante más trabajo que en años anteriores y con las limitaciones de personal impuestas por ley? Eso, en todo caso, se llama eficiencia e insisto: siempre hay aspectos que optimizar, y en ello estamos.

Los casi 300 trabajadores que forman parte de la plantilla de la gerencia (distribuidos organizativamente en 5 departamentos: Planeamiento y Gestión, Arquitectura e Infraestructuras, Actuaciones Urbanísticas, Licencias y Protección Urbanística y Gestión Económica y Recursos Humanos) velan constantemente por la defensa de lo público y por impulsar la actividad urbanística de esta ciudad.

Y, para ello, cito varios ejemplos como muestra de la gestión y actividad urbanística municipal:

El Departamento de Gestión Económica y Recursos Humanos, el Servicio de Contratación de la GMU, entre 2015 y lo que va de 2018, ha tramitado 713 expedientes, con un importe de licitación (sin IVA) superior a los 104 millones de euros, y con una media de más de 200 contratos por año. Contratos que, sin duda, promueven la reactivación económica en Málaga y la generación de empleo.

Asimismo en el Departamento de Licencias y Protección Urbanística, en el apartado de Licencias (tan recurrente y señalado últimamente por algunos de una forma totalmente tergiversada y con un demostrado desconocimiento de la realidad), las cifras, que expone periódicamente el concejal de Urbanismo, ponen de manifiesto un significativo incremento porcentual de la producción administrativa de los empleados de esta GMU. Y es constatable a través del número de resoluciones dictadas. Por ejemplo, en el año 2015 se otorgaron 284 licencias de obra mayor; en 2016, 356; y en 2017, 373, lo que supone un aumento de tramitación de más de un 30% en los dos últimos ejercicios. ¿Dónde está el tapón administrativo? ¿De verdad creen que nuestro objetivo es espantar inversiones? Somos muy conscientes de nuestro papel y nos esforzamos a diario por el progreso de esta ciudad y de su gente.

O el Departamento de Arquitectura e Infraestructuras que, a raíz del último programa de inversiones financieramente sostenibles que ha puesto en marcha el Consistorio de Málaga, en tan solo dos meses tuvo que redactar y aprobar más de 80 proyectos de obras de Renovación Urbana de la ciudad por importe superior a los 19 millones de euros. Actuaciones que van a mejorar los espacios públicos y de encuentro vecinal en los 11 distritos de la ciudad.

El Departamento de Actuaciones urbanísticas, con el impulso decidido del Registro Municipal de Solares, la tutela de las entidades urbanísticas de conservación, o la formalización de más de 45 concesiones demaniales en los últimos 3 años a diversas entidades, tanto sin ánimo de lucro (como, por ejemplo, a Cáritas, Aldeas Infantiles, Obispado, Sociedad protectora de animales y plantas de Málaga, etcétera) como a entidades que, tras la tramitación del correspondiente expediente, están dando un servicio a la ciudadanía mediante la explotación de determinados espacios públicos (como, por ejemplo, actuaciones deportivas como la de Conde del Guadalhorce, quioscos-bar en diversos parques, puestos de mercados municipales o los mercados artesanales de los barrios).

Por no dejar de mencionar la actividad del departamento de Planeamiento y Gestión, con más de 100 figuras de planeamiento aprobadas entre los años 2015 y 2018, y más de 500 actualmente en tramitación, que ordenan y afianzan el desarrollo de la ciudad. Entre las primeras figuran actuaciones de gran trascendencia para Málaga como son la aprobación del Plan Especial del Campamento Benítez, el de Arraijanal, o el de Gibralfaro. Entre las que se encuentran en fase de redacción o tramitación, actuaciones de la importancia del plan especial del Río Guadalmedina, la revisión del PGOU para incorporación de los Asentamientos y Hábitats Rurales Diseminados en suelo rústico o la revisión del Pepri Centro. Y a las que se suman las actuaciones planificadas para los próximos meses, demandadas por vecinos y empresarios, para dotar a los sectores de seguridad jurídica, como son los de la Sierra de Churriana o el sector de San Rafael. En resumen: varios millones de metros cuadrados en permanente estudio y actualización.

Otro asunto en el que quiero abundar es el de las infracciones urbanísticas, que desde junio pasado, de vez en cuando vuelve a ser noticia de portada en algún medio local. Sobre este tema ya se han dado todo tipo de explicaciones en consejos extraordinarios, así como en diversas comisiones tanto de urbanismo como de transparencia, donde se ha expuesto la forma de trabajar de los empleados públicos del servicio de infracciones.

Se continúa analizando los expedientes en tramitación, habiendo propuesto y aprobado el Plan de inspección urbanística de la Ciudad de Málaga, que ha sido publicado en el BOP el pasado lunes 19 de marzo. Un trabajo exclusivamente técnico y jurídico que se está poniendo en cuestión con datos totalmente desenfocados y que distan mucho de la realidad, haciendo creer que los responsables de la Gerencia dejan prescribir o caducar determinados procedimientos. Todo lo contrario: se está trabajando con la máxima eficacia y eficiencia.

Considero esta afrenta carente de toda motivación, puesto que tanto el vicepresidente del consejo de administración como el gerente de urbanismo estamos firmando diariamente resoluciones que desde un punto de vista técnico-jurídico se proponen desde el servicio de infracciones.

Entiendo que a un año y poco de la celebración de elecciones locales los grupos políticos estén ya en precampaña, para lo cual se hacen valer de todo tipo de acciones y «puestas en escena» para desgastar al equipo de Gobierno. Dicha forma de proceder puedo llegar a comprenderla, pero creo que es sano pedir que la función pública quede al margen de los rifirrafes políticos y que dejen trabajar a los funcionarios. Es muy fácil reclamar alegremente la celebración de comisiones de investigación, pero les aseguro que sería más fácil y, por supuesto, menos perjudicial (si es que realmente todos creemos en la dignificación de la función pública y el interés general), consultarnos directamente antes de salir a los medios de comunicación, puesto que los trabajadores municipales hemos estado y estamos a su entera disposición para aclarar dudas y ofrecer todo tipo información.

Por todo lo dicho, incido en que la Gerencia de Urbanismo tiene magníficos profesionales que, día a día, se esfuerzan por sacar los temas adelante. Eso sí, no podemos obviar que no es un ente aislado, sino que se tiene que ceñir a leyes y normativas de rango superior a las municipales que pueden y llegan a retrasar procedimientos. De hecho, hemos realizado alegaciones a la nueva ley urbanística de la Junta de Andalucía para reclamar procesos más ágiles y mayor autonomía municipal.

No quepa duda de que estamos trabajando en todo lo que está en nuestras manos para simplificar la tramitación administrativa y prestar un mejor servicio a la ciudadanía que redunde finalmente en una mayor calidad de vida en Málaga.

*José Cardador Jiménez es coordinador General de Urbanismo y Vivienda y Gerente de Urbanismo de la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga