La inclusión de este nueva herramienta ha supuesto una mejora a nivel tecnológico dentro del centro hospitalario pero también ha reafirmado problemas endémicos que presenta la sanidad malagueña.

La directora Carmen Puentes asegura que con la inclusión de esta maquinaria la falta de espacio en las instalaciones se ha acentuado. Para su incorporación se ha perdido espacio relativo a la sala de espera, zona administrativa y despachos de los facultativos y no se ha buscado una solución hasta el momento para ello.

La falta de personal, sobre todo facultativo, es otro de los inconvenientes que ha surgido. Con dos médicos para el control y trabajo de los informes, Puentes detalla que sería necesario el refuerzo de la plantilla ya que se trata de un trabajo muy laborioso. Además, entre el crecimiento de la población malagueña y la tasa de pacientes oncológicos cree que Málaga debería incluir un segundo PET-TAC para atender sus necesidades.