La nueva temporada turística, inaugurada con la celebración de la Semana Santa, generará este año unos 20.000 empleos ligados al sector de la hostelería en la provincia de Málaga, según los cálculos del sindicato CCOO, que destaca las «buenas perspectivas» de actividad que se manejan pero que sigue denunciando las altas cotas de precariedad que se registran en ese ámbito laboral. A cierre de marzo, Málaga presenta unos 75.600 afiliados a la Seguridad Social trabajando en el sector (la gran mayoría, asalariados), una cifra que en el momento culminante del verano podría rozar las 95.000 personas, aplicando la progresión de crecimiento que se viene registrando en estos últimos años.

El responsable nacional de Turismo de CCOO, Gonzalo Fuentes, recuerda que la Semana Santa marca el inicio de las incorporaciones de personal que durante esos meses irá realizando el sector hostelero, compuesto por bares, restaurantes, chiringuitos, hoteles, discotecas o salas de fiesta. Fuentes afirma que ya han reabierto, por ejemplo, los 60 hoteles de la provincia que cerraron en temporada baja, con el correspondiente regreso de sus trabajadores fijos-discontinuos. A partir de ahora, el refuerzo de personal será progresivo y constante de cara a la temporada alta turística, que arrancará en junio y que alcanza su momento álgido en agosto, para empezar a bajar de nuevo a partir de septiembre.

La mejora de la actividad ha propiciado además que el volumen total de empleo en Málaga vaya aumentado año a año. Así, si en 2014 el mes de agosto dejó una punta de trabajadores de casi 76.400 personas en este sector, la cifra se fue ya a cerca de 91.700 el pasado ejercicio. Este año, con la previsión de otro verano «excelente» y teniendo en cuenta que la afiliación a cierre de marzo supera actualmente en casi 4.200 personas a la del año anterior, se espera estar cerca de los 95.000 ocupados antes citados.

«Es empleo estacional y la inmensa mayoría de esos 20.000 empleos generados en verano se irá destruyendo una vez llegue el otoño y vayamos de nuevo a la temporada baja. Ése es el problema. Sabemos que no puede haber las mismas personas trabajando en el turismo en invierno que en el verano pero sí pensamos que la Costa del Sol tiene oferta y atractivos suficientes para que casi todos los hoteles sigan abiertos. No podemos dejar que Málaga sea un desierto invernal», comenta.

CCOO aboga porque haya incentivos fiscales para los hoteleros que se mantengan operativos todo el año, por el efecto arrastre que estos establecimientos tienen sobre el empleo del resto del tejido comercial y de servicios. «Se debe premiar a quien no cierre. Hay que cambiar la mentalidad de los hoteleros, porque es un sector muy importante . Hemos mejorado en oferta cultural y tenemos que seguir potenciando nuestros productos», explica Fuentes, que reclama más «voluntad política» en este sentido tanto a la Junta de Andalucía como a los ayuntamientos.

Mejorar el empleo

Los sindicatos lamentan también que los años récord que está firmando la industria turística en Málaga no estén dejando una mejora acorde en la calidad de las contrataciones. La principal queja sindical viene por un uso de la temporalidad por parte de las empresas que se considera «abusivo», unido a un creciente peso del trabajo a tiempo parcial en detrimento de la jornada completa.

Los datos en este sentido son claros. CCOO afirma que en la hostelería registra meses donde hasta el 97% de los contratos que se firman son temporales, pese a que algunos de los puestos que se cubren con ellos responden a necesidades permanentes de la empresa. «Muchos contratos temporales están en fraude de ley. Tampoco se respetan los requisitos exigidos en los casos de eventuales a los se les llama de forma periódica para cubrir la temporada alta turística, ya que su modelo contractual debería ser en esos casos de fijo discontinuo», opina Fuentes.

Además, los sindicatos vienen criticando desde hace tiempo el mayor uso de contratos a tiempo parcial en detrimento de la jornada completa. Fuentes calcula que un 40% de los contratos que se firman en hostelería son por horas y explica que la imposición de esta modalidad por parte de las empresas impide a los trabajadores obtener un salario suficiente para cubrir sus mínimas necesidades y llegar a fin de mes.

Otro gran problema de la contratación a tiempo parcial, según explica, es que esconde muchos casos de fraude laboral. «Es un verdadero foco de economía sumergida. Hay personas que están contratadas dos o cuatro horas al día pero que en realidad echan ocho o más y descansan sólo un día», señala el sindicalista, que aboga por introducir cambios de algún tipo en la legislación que atajen esta situación.

«La Inspección de Trabajo no tiene medios suficientes para poder controlar un fraude que está muy generalizado. Algunas empresas dan de alta al trabajador por unas horas y lo tienen aleccionado para que, en el caso de que llegue un inspector de visita, diga que sólo trabajan lo estipulado en el contrato. Y ellos acceden por miedo a perder el empleo», denuncia.

El pasado 2017, la Inspección regularizó dentro de su campaña especial de control en el sector de la hostelería en la provincia de Málaga a 944 trabajadores que estaban en situación irregular en sus empresas, ya sea por no tener contrato de trabajo o porque echaban un 524 más de horas de las que estipulaba su jornada laboral. Se levantaron 524 actas de infracciones en diferentes empresas y unas propuestas de sanción que suman algo más de tres millones de euros. Las cifras son sin duda valiosas pero los sindicatos recuerdan que son sólo «la punta del iceberg».

CCOO también afirma que los empresarios de hostelería recurren mucho a la figura del «extra», en referencia a trabajadores que son llamados puntualmente para un servicio (caso de, por ejemplo, una boda). Según denuncia, muchos de ellos trabajan sin contrato y se les abona al final de la jornada entre 40 y 50 euros. En la época de verano puede haber más de 3.000 extras trabajando cada mes en la provincia de Málaga, calcula Fuentes.