Muchas de las actividades que los padres buscan como apoyo extraescolar las ofrece Wake Up dentro de su proyecto educativo: clases de robótica adaptada, masajes de estimulación para bebés, inglés para todos sus alumnos, actividades en lo que ellos llaman Sala Mágica, siendo pioneros en España en usar este tipo de salas sensoriales para el beneficio de los más pequeños son algunas de las nociones que los pequeños de entre cuatro meses y tres años pueden disfrutar en Wake-Up, una escuela infantil en la que prevalece la estimulación temprana. El resultado de esas experiencias son niños felices, bien adaptados y con una inteligencia emocional alta.

Bajo un proyecto educativo en el que se prioriza el desarrollo del bebé a través de la estimulación, Wake-Up ofrece una metología que rompe por completo con el concepto tradicional de escuela infantil. Este proyecto innovador surge a raíz de que su fundadora, Elena Portillo, viviera su experiencia personal con su pequeña de ahora cuatro años.

Tras 13 años trabajando como Ingeniera de Telecomunicaciones como consultora de la multinacional Ericcson, Elena da un vuelco de 180 grados a su vida hace poco más de un año cuando, al educar a su hija mediante estimulación temprana, optó por emprender y crear su propio centro educativo. Ubicado en Teatinos, esta escuela infantil apuesta por fomentar el desarrollo de las funciones cerebrales del menor, su aprendizaje y favorecer la curiosidad a través del juego continuo. "Todo lo que hacemos en Wake-Up está adaptado a las edades de cada uno de ellos sin forzarles a algo para lo que no están preparados", explica.

Todas las aulas de la escuela cuentan con salidas directas a uno de los dos patios, son 400 metros cuadrados al aire libre teniendo su propio huerto, está llena de color y atrae los cinco sentidos de los niños.

A estas edades es cuando si ciertas neuronas no se estimulan se perderán para siempre, de ahí la importancia de estimularlas en el momento adecuado y los profesionales de Wake-Up trabajan los diversos tipos de inteligencia que pueden desarrollar y potencian su desarrollo. "De cara al futuro son oportunidades que les estamos brindando", explica Portillo. Una metodología que evita en algunos casos futuros problemas.

El proyecto educativo comienza cada día a las 9.30 horas, aunque a partir de las 7.30 horas de la mañana los padres pueden dejar a los pequeños en la escuela, sin coste añadido. El juego y la diversión es continua hasta la hora de comer. A partir de ese momento, comienza la siesta y los padres tienen hasta las 18.00 horas para recoger a sus pequeños.

El periodo de matriculación para el curso que viene (1 de septiembre) está abierto en este momento y de cara a este verano, Wake-Up permanecerá abierto hasta la primera quincena de agosto, con posibilidad de abrir la segunda quincena también, según la demanda. Wake Up que abrió sus puertas en enero ya cuenta con 3 de sus 6 aulas abiertas.

En Wake Up sus teachers están licenciados o graduados en Educación Infantil, un requisito no obligatorio para la dicha etapa, pero que en Wake-Up sí se exige. Una formación que en muchos casos es de doble titulación y se alterna con psicopedagogía o educación especial, lo cual facilita a los padres que los requieren tutorías especializadas para tratar cualquier preocupación que puedan tener.