El Gobierno central reconoció el pasado 23 de febrero, en una respuesta a una pregunta planteada por el diputado socialista Miguel Ángel Heredia, que el proyecto de conexión ferroviaria entre el puerto de la ciudad y la estación María Zambrano, fundamental para mejorar la llegada y salida de mercancías del recinto portuario, deberá ser actualizado tras años de retraso en su ejecución y redacción y que el plan original ha quedado obsoleto.

«Dado el tiempo transcurrido desde la redacción del proyecto constructivo, se hace necesaria su actualización, para dar cumplimiento a la normativa y legislación promulgada con posterioridad. Asimismo, es necesario revisar algunas características técnicas antes de proceder a la fase de obras», explicó el Gobierno en su respuesta al diputado socialista.

A mediados de enero, el Puerto y el Ayuntamiento se comprometieron a sufragar el 20% del coste del soterramiento del tren al recinto portuario, una inversión de 45 millones de euros que lleva años debatiéndose y guardada en el cajón de los proyectos perdidos de la provincia como ocurre con el puente de la Azucarera, el saneamiento integral de la Costa del Sol o la construcción del tren litoral. El tramo soterrado atravesaría varias calles de la Carretera de Cádiz y tendría en torno a un kilómetro de longitud, tal vez algo menos. La idea de las dos administraciones es que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), organismo que pertenece al Ministerio de Fomento, aporte el 50% del coste de la ejecución, para buscar después otras vías de financiación alternativas, incluso privadas, que completen la aportación. También se habla de alguna ayuda de la Junta de Andalucía, pero no se ha concretado nada a este respecto, aunque se augura una buena disposición.

El propio alcalde, Francisco de la Torre, reconoció en el encuentro de hace apenas un par de meses y medio la complejidad técnica del proyecto y el alto montante económico y avanzó que habrá que hacer un documento de colaboración entre el Gobierno (donde conste la aportación tanto de Adif como de Puertos del Estado), la Junta, el Ayuntamiento y también la parte de dinero europeo que se inyectaría, un acuerdo que tendría que ser refrendado en pleno. Además, el regidor declaró que se está estudiando la posibilidad de que la línea tenga la posibilidad de acoger el tránsito de locomotoras eléctricas y diésel.

De hecho, en mayo de 2016 hubo un gran enfado en determinadas instancias políticas malagueñas, incluidos el presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, y el regidor, después de que Puertos del Estado aportase hasta 20 millones de euros para una conexión ferroviaria en Puerto Real (Cádiz), en relación al Puerto de la Bahía gaditana.

Todo ello contrasta con el hecho de que el Ministerio de Fomento ya reservó 300.000 euros para redactar el proyecto de ejecución, que el Puerto malagueño ya aseguró que estaría listo en 2017, algo que no ha sucedido, ya que el Gobierno quiere actualizarlo, cuando los retrasos sobre la presentación de la iniciativa original suman ya ocho años. El presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, ya destacó que este era el último trabajo previo a la licitación de las obras. Puertos del Estado ha dejado claro varias veces que no acometerá en solitario esta obra, que permitiría eliminar la afección del tren al tráfico en la avenida Antonio Machado y las calles Ayala y Héroe de Sostoa.

Con el soterramiento, el Puerto de Málaga estará, por tanto, conectado con la estación María Zambrano y también con los dos corredores ferroviarios vitales para las mercancías (también para los pasajeros): el Mediterráneo y el Central, siempre llegando hasta Antequera, hasta donde tal vez habría que hacer un nuevo vial.