En esta sociedad online tenemos la costumbre de mantener una permanente comunicación, sin importar el tema o las formas. Los padres y madres no son menos. Una vez más, WhatsApp es la herramienta clave para mantener contacto entre las familias de los escolares y el tutor, la directora y hasta el ministro de Educación si hace falta. El caso es estar al corriente de todo cuanto acontece en el centro. Mensajes del tipo «Mi niño no irá hoy a clase», «¿Qué ha pasado con la profesora de segundo?» y cadenas que te premian con 10 años de buena suerte se entremezclan en el susodicho grupo y conforman un hilo de más de 50 mensajes.

Este supuesto se acerca bastante a la realidad de estos grupos. Ante esa realidad se posiciona la Delegación de Educación de Granada, que promueve la iniciativa ´Familias que wasapean en paz´ «Es cierto que hay problemas en estos grupos, pero intentamos dar herramientas en la mediación», señalan desde el Gabinete de Convivencia e Igualdad de Granada. «El caso es que se utilizan para todo, por lo que se pierde el sentido de la creación del grupo», añaden. Desde la Delegación muestran también preocupación por la pérdida de autonomía del alumno. «Percibimos un control, más bien descontrol, de las familias sobre las tareas de los hijos, tema recurrente en estas conversaciones. Es un hecho que le quita responsabilidad al niño», explican.

Por su parte, la portavoz de la Federación Democrática de Asociaciones de Padres de Alumnos (FDAPA), Pilar Trigueros, destaca que «se trata de una magnífica herramienta si se utiliza para mejorar su educación». Asegura también que «para difundir bulos o enviar tonterías, lo mejor es suprimirlo». FDAPA integra a las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Centros Educativos Públicos y Concertados de la provincia, a las que representa.

En términos de ciberacoso, el papel que juega FDAPA se basa en la prevención como pilar fundamental. «Formamos a los padres y madres para evitar que se produzcan estos hechos; y si hay conocimiento de que ya se han producido, asesoramos a las familias implicadas sobre su papel», dice Trigueros. «Hay que hacer un uso responsable de las tecnologías, no podemos educar a los hijos sin dar ejemplo», subrayó la portavoz de FDAPA. «Aprenden más de nuestras acciones que de lo que les digamos», finaliza.