Los siete metros cuadrados de despacho que Adein, la Asociación para el Desarrollo Integral de las Personas, comparte con otros colectivos en el Centro Ciudadano Antonio Sánchez Gómez de Nueva Málaga no parecen el espacio ideal para que unos 200 socios, en su mayoría por encima de los 55 años, puedan desarrollar actividades de todo tipo.

La situación podría cambiar si prosperan las negociaciones para que la antigua sede de la asociación de vecinos, un local de 200 metros cuadrados en la calle Juan Cortés Cortés, sin uso desde hace 17 años, pase a ser la nueva sede de Adein.

«Seguimos sin cobrar cuota porque no tenemos sede pero ahora, en principio parece que sí tendremos», apunta la fundadora de Adein, la psicóloga y vecina de Nueva Málaga Cristina Martín. Según explica, la mancomunidad de ocho bloques, en uno de los cuales se encuentra este local, ha llevado al juzgado el cambio de titularidad de este amplio espacio, para que pase a la mancomunidad, pues el actual titular es la antigua Cooperativa Nueva Esperanza, «cuyos titulares han fallecido», cuenta Cristina Martín.

Pese a no contar con sede, Adein, una asociación sin ánimo de lucro, ha aglutinado ya a estos doscientos vecinos lo que demuestra la carencia de espacios para ellos en Nueva Málaga y su entorno, pues en 2013 Unicaja cerró el Hogar del Jubilado. En este tiempo ha organizado visitas culturales, talleres para afrontar el estrés y la soledad y hasta participa en la Cabalgata de Reyes del distrito, entre muchas actividades.

«La asociación no nació solo para trabajar con personas mayores, pero al ver que la participación era sobre todo de ellas, nos dimos cuenta de que existe una necesidad en ese sector», recalca la presidenta.

«Yo vine aquí hace 45 años y ahora tengo 68», cuenta Emiliano Jiménez, vicepresidente de Adein. Como él, muchos son los vecinos que llegaron jóvenes al joven barrio y que hoy pasan de los 60.

Además, como recuerda Félix Díaz, de la asociación, en el entorno de Nueva Málaga viven «de 20 a 25.000 vecinos», por eso considera que el local de la calle Juan Cortés Cortés es ideal, «porque se encuentra en el centro del barrio y eso va a ayudar a la gente mayor, porque le cuesta trabajo subir las cuestas».

En la misma línea, José Luis Morales, vocal de Adein, subraya la idoneidad del sitio.

Por otro lado, como hace dos años confirmó a este diario la concejala del distrito Bailén-Miraflores, Elisa Pérez de Siles, el Instituto Municipal de la Vivienda ya reservó entonces una partida para arreglar el local. A este respecto, Cristina Martín recordó que la ayuda era de 40.000 euros, a cambio de una cesión temporal por parte de la mancomunidad. La presidenta señala que Adein está negociando con la comunidad una cesión de seis años, más un periodo de cuatro años de alquiler social. «Y por supuesto los gatos del local lo pagaríamos nosotros». Adein, un poco más cerca de poder cumplir su labor social.