La Torre del Puerto, el hotel de lujo de capital catarí proyectado en el dique de Levante del puerto malagueño y que tendrá una altura de 135 metros, sigue levantando polémica. Ayer fue el presidente de Puertos del Estado, entidad dependiente del Gobierno, José Llorca Ortega, el que se lavó las manos en relación al establecimiento y aseguró que son las autoridades urbanísticas, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, las que decidirán sobre qué se puede hacer o no en la zona. El Puerto, de hecho, es sólo «un casero», declaró.

«Nosotros no somos como Puerto responsables del urbanismo de la ciudad, nosotros los puertos lo que ponemos en suelo a disposición y luego son las autoridades urbanísticas las que tienen que definir a través de los planes especiales qué se puede hacer, los límites de edificabilidad, etcétera...», dijo en una entrevista concedida a Ser Málaga.

«La zona en la que se plantea el hotel está clasificada como puerto-ciudad; por tanto, si las autoridades urbanísticas lo consideran así, tanto las autoridades municipales como, en su caso, porque deben tramitarse los planes especiales a través de declaraciones de impacto ambiental, la Junta, pues tendrán los elementos para decidir cuál es el plan especial que permitirá, o no, en su caso, las condiciones para que pueda haber un hotel en Málaga», dijo Llorca, quien indicó que «en ningún momento» es responsabilidad de la Autoridad Portuaria decidir al respecto, ya que el Puerto sólo «es el casero». «Son las autoridades urbanísticas las que definen cuáles son los niveles de edificabilidad. Por tanto, si se puede hacer un hotel o no, y de qué altura, está en manos de la tramitación urbanística que comporta decisiones municipales en la tramitación de un plan especial, y, por supuesto, la tramitación del Gobierno autonómico en cuanto a la declaración de impacto ambiental de ese plan especial», agregó.

El hotel de lujo tendrá 35 plantas y esa es la principal crítica de las asociaciones ecologistas, ciudadanas y los grupos de la oposición municipal, dado que entienden que su altura supone la contaminación visual de la Bahía de Málaga, un paisaje histórico esencial para la memoria colectiva de los malagueños.

De cualquier forma, el Plan Especial del Puerto está ahora sobre la mesa de la Gerencia Municipal de Urbanismo. El alcalde, Francisco de la Torre, ya dijo que se le dará prioridad, como con todos los proyectos importantes para la ciudad.