El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Málaga, Juan Cassá, visitó ayer las obras de transformación de la plaza del Patrocinio, que da acceso al histórico Cementerio de San Miguel, y que son producto de los acuerdos presupuestarios de la formación naranja con el equipo de gobierno. El edil se congratuló del buen ritmo de los trabajos, que está desarrollando la constructora Glesa por un importe de 565.000 euros y cuyo fin está previsto para este verano.

«Los vecinos de Fuente Olletas y Capuchinos como la cruz y la fuente del Tempus Fugit», asegura Cassá, quien apostilló que ambos elementos, de los siglos XVII y XIX respectivamente, van a ser rehabilitados y conservados.

El portavoz explicó que la plaza va a ser nivelada; que va a contar con rampas y escaleras; parterres ajardinados; mejoras y ensanche del acerado, o senderos de acceso al camposanto. Además, se están renovando canalizaciones, saneamiento y enterrando cables ahora aéreos y, finalmente, se instalará nuevo alumbrado público. «Y todo eso manteniendo un buen número de plazas de aparcamiento, tan necesarias en el entorno, dado que se van a distribuir en el lateral de la plaza y en la pastilla contigua, que va a ser asfaltada», apostilló Cassá.

Se trata de un entorno estratégico en la acción política municipal de Ciudadanos. «Cs quiere apostar por esta zona, quiere que el Cementerio de San Miguel, joya del romanticismo funerario, tesoro del siglo XIX, recupere todo su esplendor. De hecho, se ha reparado el panteón de los Heredia también gracias a nuestros acuerdos con el equipo de gobierno y este año hay presupuestados otros 160.000 euros», incidió el concejal, quien quiere atraer turismo y que los propios malagueños conozcan este patrimonio. «Queremos que ese esplendor se integre no sólo en los circuitos turísticos, sino que sea conocido a fondo por los malagueños. San Miguel y la plaza del Patrocinio son símbolo, arte e historia de Málaga y hay que mimarlos», concluyó.

De hecho, una vez que se acabe la plaza, hay importantes planes para impulsar el cementerio de San Miguel, donde incluso está previsto instalar un museo para dar a conocer las costumbres funerarias del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, así como una sala de conferencias.