El número de malagueños que apuestan por los fondos de inversión como fórmula para rentabilizar sus ahorros viene aumentado en los últimos años a causa, entre otros motivos, de la escasa rentabilidad que ofrecen los depósitos bancarios en una coyuntura marcada por los bajos tipos de interés. Los últimos datos del Observatorio de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco, publicados hace unos días y correspondientes a 2017, muestran que la provincia tiene actualmente más de 171.600 cuentas de partícipes en fondos de inversión, un volumen un 11,2% superior al del pasado ejercicio y que rebasa en un 38% al que se registraba en 2014. Inverco aclara no obstante que hay inversores con varias cuentas, por lo que calcula que el número real de inversores podría ser de unos 140.000 malagueños (la práctica totalidad son personas físicas), lo que equivaldría al 8% de la población de la provincia.

El aumento del número de cuentas está acompañado de una subida del volumen de ahorro que se mantiene en este tipo de fondos: de los 3.759 millones de euros registrados en 2014 se ha pasado a 4.940 a cierre de 2017, con un incremento acumulado del 31,4%. En el último año, el dato ha crecido en más de 400 millones. Con estas cifras, Málaga se coloca como la décima provincia de España en este apartado (gana una posición en el ranking en relación al año anterior) y se mantiene como la segunda de Andalucía, sólo ligeramente superada por Sevilla, que acumula 4.961 millones de euros. La clasificación nacional sigue encabezada un ejercicio más en sus tres primeras posiciones por Madrid (65.723 millones), Barcelona (36.112) y Bizkaia (13.762). El total invertido a nivel nacional asciende a más de 262.834 millones a cierre de 2017, con una subida del 35% en relación a 2014.

«El elevado desarrollo en los últimos años de los servicios de gestión discrecional de carteras explica el gran incremento en el número de cuentas de partícipes, ya que asigna a cada partícipe varios fondos. No obstante, el significativo crecimiento del número de cuentas y del patrimonio total invertido demuestra el elevado grado de penetración de los fondos como un instrumento adecuado de ahorro e inversión para las familias españolas», comenta a nivel general el director del Observatorio Inverco, José Luis Manrique.

El caso de Málaga es indicativo de lo que está sucediendo en toda España, con un ahorrador que está apostando más por los fondos de inversión para encontrar la rentabilidad que ahora mismo no le dan los depósitos bancarios. Así, y según comenta Manrique, los inversores que están acudiendo a estos fondos no son sólo a gente adinerada, profesionales de la inversión o grandes empresas sino sobre todo familias ahorradoras de clase media que quieren sacarle partido a su dinero.

«El interés por los fondos aumenta porque los ahorradores no tienen tampoco otras alternativas de inversión. Los depósitos bancarios dan un interés cero y cualquier ahorrador, por conservador que sea, quiere al menos recuperar el poder adquisitivo a su ahorro», apuntó. Los fondos han ofrecido en años anteriores rentabilidades medias del 3% aunque es cierto que en 2016 y 2017, con la alta volatilidad en los mercados, el retorno se ha quedado en el 1%.

Inverco distingue básicamente cuatro categorías para clasificar los productos que se incluyen en los fondos de inversión: Monetarios / Renta Fija, Garantizados, Mixtos y Renta Variable. Los dos primeros están dirigidos a los clientes de perfil más conservador, los Mixtos se mueven en un perfil medio de riesgo y la Renta Variable (donde entra toda la cotización de acciones en las bolsas) quedan para los más atrevidos. En el tema de los fondos de inversión, claro está, la regla de oro es que a mayor nivel de riesgo, mayor rentabilidad.

De esta forma, tanto los productos Monetarios/Renta fija (cuya cartera está formada por bonos a corto plazo) como los Garantizados (que incluyen fondos con objetivos de rentabilidad) se mueven en horquillas de retorno de no más del 1% anual. Por su parte, los Mixtos (que pueden combinar bonos y acciones) se mueven en una media del 1,7% mientras que la Renta Variable (acciones) sí presenta horquillas más sabrosas que superan el 10% entre los valores españoles, los de EEUU o Japón. Algunos valores en economías emergentes alcanzan incluso el 16% pero siempre asumiendo un mayor riesgo en la inversión.

Cliente algo menos conservador

En el caso de Málaga, los 4.940 millones de patrimonio invertido en fondos se concentran principalmente en las categorías de bajo perfil de riesgo. Según los datos del Observatorio Inverco a cierre de 2017, un 23,3% corresponde a Renta Fija y otro 27,8% se va a los Garantizados. Entre ambas categorías suman un 51,1% del total (en España el porcentaje, es inferior: el 42,7%). Llama la atención en todo caso de que un año antes, en 2016, esa suma era del 62% del total, lo que parece reflejar que los inversores malagueños se mueven a posiciones más «dinámicas».

El resto del patrimonio invertido por los malagueños en fondos se desglosa así entre un 41,6% que se va a los productos Mixtos y otro 7,3% que se va a la Renta Variable. «Esta evolución me parece positiva. Asumir más riesgo no tiene por qué tener una connotación peligrosa. Si se da ese paso es por que se está bien asesorado. El inversor está perdiendo el miedo, se siente más seguro y tiene expectativas más positivas. Por eso su aversión al riesgo es menor. Influye mucho la mejora de las condiciones económicas», afirma.

A estos inversores, el director del Observatorio les recomienda dos normas básicas: «Una, invertir a largo plazo, porque hacerlo para querer ganar dinero en dos meses no suele resultar bien. Y la otra, diversificar la inversión porque así limitas el riesgo».

Opción en alza

Aunque el activo financiero con mayor ponderación en las carteras de los ahorradores españoles continúa siendo el depósito bancario, en los últimos años se observa una tendencia de consolidación de los fondos de inversión. En 2017,el volumen de inversión en fondos de inversión representa ya un 23,7% frente al de los depósitos (dos puntos más que el año anterior). En el caso de Málaga, el porcentaje es del 21,8% (un punto más que en 2016), cerca de la media nacional.

Por otro lado, la inversión en fondos sobre el PIB nacional (un indicador para ponderar el interés de la población por estos productos) se situó en 2017 en el 22,6%, mejorando el 21,1% que se registró en el anterior ejercicio. Málaga, en este caso, se sitúa por debajo de la media, con un 16,6%, aunque superando también el 15,5% que contabilizaba en 2016. Manrique cree que esta tendencia continuará al alza en los próximos años y que será beneficiosa para la economía. «Todos los países con economías fuertes tienen un sistema financiero potente y eso incluye el contar con mucha inversión en fondos por parte de los ahorradores», asegura.