PP y Ciudadanos se han opuesto a gravar los pisos turísticos en función del número de plazas y superficie, tal y como proponía IU-Málaga para la Gente en una moción presentada en la Comisión de Economía, celebrada en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Málaga. Esta moción, con diez puntos para regular el fenómeno, sólo ha salido adelante en parte, dejándose fuera el núcleo de la propuesta, que era implantar "una tasa por inicio de actividad/registro a modo de compensación a la ciudad" y "aplicación del tipo diferenciado en los diferentes tributos, al tratarse de inmuebles que no tienen un uso residencial". Los siete votos que suman el PP y Ciudadanos han rechazado esta posibilidad, frente a los seis de PSOE, Málaga para la Gente, Málaga Ahora y el edil no adscrito, Juan José Espinosa.

Los seis votos del PP, el de Ciudadanos y los tres del PSOE sirvieron también para rechazar que en la normativa urbanística se establezcan límites a los establecimientos hoteleros tradicionales, como ocurriría, por ejemplo, con una moratoria. Rechazaron también el PP y Cs (siete votos) contra los seis de toda la oposición de izquierdas modificar la norma urbanística para reconocer el fenómeno de las viviendas turísticas, "estudiando la posibilidad de reconocer la presunción de uso turístico cuando las viviendas se oferten o comercialicen por cualquier canal de oferta turística, limitando el inicio de nuevas actividades por superficies, plantas, perímetro teniendo en cuenta el índice de presión turística y zonificando la ciudad para que se aplique diferente normativa según la zona, en base al diagnóstico realizado y otros estudios de los técnicos". También se rechazó mostrar el apoyo del pleno a la proposición de ley que Unidos Podemos ha hecho en el Congreso para regular los alquileres abusivos.

Sí se acordó, en cambio, instar a la Junta a que dote de mayor transparencia al Registro de Turismo Andaluz, para que los datos de las viviendas turísticas registradas sean accesibles y públicos, aunque en este punto el PSOE prefirió abstenerse.

Salen a favor por unanimidad los siguientes acuerdos: instar a la Junta a que dote de medios materiales y personales la labor de inspección turística y a actualizar el régimen sancionador, que los grupos municipales y los vecinos de las zonas más afectadas tengan presencia en la mesa para la lucha contra la oferta ilegal de alojamientos turísticos en la ciudad, pedir que se dote de más medios materiales y personales la labor de inspección con el objetivo de aflorar las viviendas, poner en marcha una campaña para informar a los ciudadanos de sus derechos y sus deberes en pisos de esta naturaleza e iniciar una campaña de colaboración ciudadana para detectar viviendas turísticas sin licencia, buscando a través de internet la colaboración y el compromiso de los y las visitantes para combatir la economía sumergida y facilitando a los vecinos la presentación de quejas ocasionadas por las molestias que crean algunos de estos alojamientos.

El portavoz de Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, ha recordado que en la capital existen más de 2.600 viviendas turísticas legales, es decir, que están registradas, con un total de 13.000 plazas, "pues bien, más del 40% del total de las mismas están en el centro histórico". "La proporción entre el número total de viviendas con fines turísticos y las familiares arrojan el índice de presión turística, un índice que en el Centro es superior al 20%, es decir, de cada diez viviendas del Centro más de dos están destinadas a fines turísticos", además de destacar que Málaga es la cuarta ciudad del país con los alquileres más caros (1.393 euros al mes) tras Madrid, Barcelona y Baleares.

María del Mar Martín Rojo, teniente de alcalde de Turismo, ha asegurado que en este tema ha de haber un equilibrio y ha pedido no demonizar la actividad turística. "El decreto de la Junta llega tarde e incompleto, tal vez no por falta de voluntad", ha afirmado, y ha destacado que el Área de Turismo está "analizando cuántas viviendas turísticas hay, cuáles cumplen con el decreto y cuáles no", insistiendo en que los visitantes, lo que más valoran del malagueño, es el trato que les da. "El turismo no se puede ver como algo negativo", ha dicho. Martín Rojo ha declarado que cualquier medida que se tome puede tener beneficios para unos y muchos elementos negativos para otros, "es un fenómeno social".

Zorrilla ha insistido en que no se puede ir a convertir "Málaga en Magaluz", Espinosa ha afirmado que no se trata de demonizar nada, sino de ir "hacia un turismo de calidad", mientras que la portavoz de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo, ha insistido en que son muchas las medidas que se pueden tomar desde los ayuntamientos.