El profesorado de las universidades de Málaga y Sevilla inició ayer una huelga indefinida tras «no producirse ningún avance» en las negociaciones del grupo de trabajo de la mesa general de universidades para la resolución del conflicto laboral que afecta al colectivo de profesorado ayudante doctor (AyD) y contratado doctor interino (CDi) y en el marco de la cual se ha convocado una manifestación el próximo 6 de junio en la capital andaluza.

Además, esta huelga, a la que está llamado todo el personal docente e investigador (PDI) laboral de ambas universidades y a la que sumará la Universidad de Granada el día 4 de junio, está motivada también por el hecho de que los rectores «siguen sin cumplir el acuerdo que firmaron el año pasado y que culminó con la desconvocatoria de huelga en mayo y septiembre de 2017 en las universidades andaluzas».

Así, la asamblea de profesorado de la Universidad de Málaga recordó ayer a través de un comunicado que la reclamación del colectivo pasa por la modificación del procedimiento de promoción interna para el acceso a la figura de profesor contratado doctor (PCD) una vez obtenida la acreditación favorable de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) o su equivalente autonómico para acceder a dicha figura, sin que esto suponga ningún tipo de modificación del procedimiento de acceso a la función pública, acceso que seguiría requiriendo un concurso-oposición por parte de los candidatos, además de una nueva acreditación para el acceso al concurso.

Según el actual modelo de promoción del profesorado laboral, «el paso a la figura de PCD, una vez obtenida la acreditación pertinente, se realiza mediante un concurso dirigido y controlado por la propia Universidad convocante de la plaza». La propuesta del colectivo de AyD y CDi, «además de simplificar el proceso, eliminaría todos los sesgos de endogamia o manipulación de estos concursos, puesto que la promoción de los acreditados estaría en manos de una agencia externa de evaluación, de manera que el proceso de promoción se haría más transparente y la Universidad evitaría verse envuelta en un futuro en posibles reclamaciones de plazas y procedimientos».

Esta huelga indefinida puede afectar a los exámenes finales de junio-julio y a la convocatoria de septiembre.