«No soy un economista que escribe novelas sino un escritor que aprovecha su faceta de economista para escribir sobre tramas que quizás a otro escritor le costaría más», explica José Manuel Cruz.

El escritor sevillano, afincado en Málaga desde hace 16 años y asesor financiero de una fundación del PTA, presentó el pasado viernes 25 de mayo en Café con Libros la novela Casandra encadenada (editorial Amarante), la obra que pone fin a su tetralogía de la Gran Recesión, protagonizada por el inspector Tomás Silva, un nombre y apellido lleno de significado: Tomás, en recuerdo de Santo Tomás, que necesita ver para creer y Silva, por la selva. «Es un personaje que quiere utilizar la razón en medio de la jungla y tiene su dificultad, porque muchas veces la razón no funciona en determinados contextos».

En este caso, Casandra encadenada continúa la trama de la novela anterior, El temor del mensajero, y las dos estás agrupadas por el título El enclave. «En estas dos novelas hay un robo de información en un paraíso fiscal y en medio de una campaña electoral», detalla.

Como curiosidad, José Manuel Cruz cuenta que en esa campaña electoral se produce un enfrentamiento muy parecido al de Hillary Clinton contra Donald Trump, antes de que se conocieran estos dos candidatos reales.

Se da la circunstancia además de que la misma editorial Amarante le ha publicado un ensayo de su faceta de economista: Economía estresada. «De lo que habla es que muchas veces queremos forzar un crecimiento que no es posible y de ahí viene el estrés. Lo que ha sucedido en el pasado con la crisis inmobiliaria tiene que ver con eso, con recalentar una economía que no daba más de sí».

Como explica, cuando empezó la crisis le sorprendió que desde el punto de vista literario «no hubiera novelas que hablaran de este asunto en España», y aunque en un primer momento pensó en escribir una suerte de crónica de lo que estaba pasando, cuenta que la trilogía Millenium, del sueco Stieg Larsson «me dio la pista», pero también una película como Las manos sobre la ciudad, de Francesco Rosi, que trata de la corrupción urbanísica en Nápoles. A su juicio, esto demuestra que el género negro, tanto en novela como en cine «ha podido tratar temas de trascendencia o raíz social y explicarlos a través de una trama criminal».

Su objetivo con las cuatro novelas, comenta, ha sido llegar a un campo amplio de lectores, para que, aparte de disfrutar de una novela negra, «entiendan mejor que antes de empezar el libro lo que está sucediendo, qué hay detrás de la crisis, los mecanismos sociales y culturales que han dado lugar a esos comportamientos».

José Manuel Cruz explica que, una vez concluida la tetralogía, desea cambiar de ámbito y así limitar el campo económico. «Quiero aprender nuevas cosas y retomar a Tomás Silva para que vea casos de distinta naturaleza, así como seguir mejorando el nivel de las novelas».

Además, acaba de concluir otra, todavía en busca de editorial, de la que es coautor, en la que el Centro de Málaga tiene un gran peso argumental. De momento, la tetralogía de la Gran Recesión ya está lista para explicar la crisis de otra manera.