A cualquier persona que se encuentra de viaje en otro país le sorprendería encontrarse por la calle, sin esperarlo, un símbolo de su ciudad. Pues eso es lo que les ocurre desde el año 2011 a todos los malagueños que visitan Jerusalén, donde en la fachada de una de sus iglesias luce un mosaico cerámico con la Virgen de la Esperanza. Un grupo de peregrinos de las parroquias de San Patricio y El Carmen que viajaron a esta ciudad el mes pasado han sido de los últimos malagueños en comprobar sorprendidos esta presencia, que se debe el empeño que pusieron en su día un grupo de cofrades encabezados por Tadeo Furest para que la Madre perchelera tuviera su lugar en Tierra Santa, a casi 8.000 kilómetros de Málaga.

El templo en el que se puede ver el azulejo es la iglesia católica-armenia de Nuestra Señora del Espasmo y está situada en la calle el-Wad, que baja de la Puerta de Damasco en dirección al Muro de las Lamentaciones. Esta iglesia es muy significativa por acoger la cuarta estación del Vía Crucis, en el tradicional recorrido de la Vía Dolorosa que rememora el camino de Jesucristo con la cruz a cuestas hasta el Calvario. La citada estación corresponde a la escena en que Jesús se encuentra con su afligida Madre, lo que sin duda la convierte en un lugar idóneo para la presencia de la Virgen de la Esperanza.

Al parecer, y según cuenta José María Leiva en su documentadísimo blog sobre mosaicos de Málaga (mosaicosdemalaga.blogspot.com), la idea inicial era ubicar el cuadro en las ciudades de Nazaret o Belén, aunque surgieron distintos problemas logísticos que impidieron esta posibilidad. Tras varios años de espera, finalmente, surgió la alternativa de esta iglesia, situada junto al hospicio armenio de Jerusalén y sede del Patriarcado católico-armenio.

El mosaico, de 1,35x1,95 metros se realizó en los hornos hispalenses de Santa Ana. El nombre de la advocación y el de Málaga aparecen en la parte inferior del azulejo, para que todos los visitantes puedan identificarla. Sin duda, a cualquier malagueño que pase por el lugar y que desconozca esta curiosa circunstancia no le hará falta leer el nombre para identificar de inmediato con inmensa alegría a la Virgen de la Esperanza. Eso le pasó este pasado mayo a los peregrinos antes mencionados.

Dos cuadros en Miami

Las imágenes que remiten a Málaga pueden aparecer en los sitios más insospechados. Que se lo digan a una pareja de malagueños que se han tenido que mudar a Miami por motivos de trabajo y que cuando buscaba casa se quedaron estupefactos cuando vieron en una de las viviendas que visitaban dos cuadros con inequívoco aroma a Málaga: en uno aparecía un cenachero y en otro una biznaga. No pudieron aclarar la vinculación de los cuadros con el propietario o con algún inquilino anterior, pero lo cierto es que lo interpretaron como una señal y decidieron quedarse con la casa. A disfrutarla.