La plataforma ciudadana Bosque Urbano Málaga, que el pasado sábado renovó a los representantes de la coordinadora, ha alertado del riesgo de que los movimientos de tierra en la antigua parcela de Repsol para construir los cuatro rascacielos originalmente proyectados «mueva la contaminación y pase al agua y al nivel freático de la zona donde irá el parque», señaló ayer el portavoz de la plataforma, Pedro Francisco Sánchez.

El portavoz subrayó que a la plataforma «nos preocupa ese movimiento de terrenos que obligatoriamente se tendrá que dar cuando se hagan los rascacielos».

Pedro Francisco Sánchez recordó que, «como establece la ley», la actuación para descontaminar será mayor en la parte proyectada para los rascacielos, mientras que en la reservada para zona verde «hay que actuar muy poco». A su juicio, es un dato más para respaldar que toda la parcela sea un bosque urbano, «porque la descontaminación sería muy pequeña».

El portavoz de la plataforma anunció que pedirán «la opinión de otros expertos sobre la analítica municipal de los terrenos» y lamentó que no se cumpla lo anunciado por el Consistorio de que los rascacielos generarían el dinero para hacer el parque. «Al final, será el Ayuntamiento, junto a la Sareb, a través de la junta de compensación, los que construirán el parque, que costará a los malagueños de 8 a 10 millones, más la descontaminación».