El Colegio de Arquitectos de Málaga ha solicitado a la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) el expediente administrativo por el que se está tramitando la licencia de obras de la reforma del Teatro Alameda de la capital malagueña. Tras conocer el contenido y alcance de un proyecto redactado a tal efecto, el Colegio quiere tener acceso a todo el expediente completo para analizar la documentación obrante en el organismo municipal, según precisó la institución colegial en un comunicado.

El decano de los arquitectos malagueños, Francisco Sarabia, manifestó que, antes de ofrecer un pronunciamiento «más riguroso» sobre las obras «es necesario conocer en profundidad las mismas y es posible que exista documentación en el Ayuntamiento» que el Colegio desconoce.

La institución colegial agregó que, al ser «una obra compleja y de un tamaño considerable», el importe del presupuesto no justifica su consideración como «Obra Mayor» u «Obra Menor», y es necesario evaluar otros aspectos técnicos que se recogen en la regulación de aplicación. Asimismo, precisó, «las interpretaciones técnicas y jurídicas de los propios servicios municipales también son relevantes en la tramitación administrativa en un sentido u otro».

«Es una buena oportunidad para conocer los criterios interpretativos de la gerencia en relación a las diferentes actuaciones a llevar a cabo en obras de reforma, para que técnicos y ciudadanos tengan claras las reglas del juego», explicó el decano, añadiendo que esa es «la razón que mueve al Colegio a interesarse por este asunto».

Por su parte, la Gerencia Municipal Urbanismo informó ayer de que el expediente, «como cualquier otro, se ha puesto a su disposición y espera que lo consulte mañana mismo», en referencia a la petición de los arquitectos.

«La Gerencia Municipal de Urbanismo quiere dejar claro que la licencia de obra menor de reforma de Teatro del Soho está concedida conforme a Ley. Se ajusta a la normativa urbanística que le es de aplicación, cumpliendo la LOUA, el vigente Plan General de Ordenación Urbana de Málaga, que es el que determina el tipo de licencia, y el Pepri Centro», añadieron.

Banderas anunció el pasado septiembre que había llegado a un acuerdo con la familia propietaria del Alameda para desarrollar en este espacio su proyecto, después de que renunciara a hacerlo en el edificio de los antiguos cines Astoria y Victoria. Cuando se retiró de aquel proyecto, tras haber ganado el concurso de ideas para un futuro uso del inmueble, dijo haber recibido «un trato humillante» dispensado por algunos grupos políticos. Desde ese momento, anunció también públicamente que no trabajaría con dinero público, que «está muy envenenado».