Un hombre ha sido denunciado en Málaga tras un incidente en el que su perra, de la raza potencialmente peligrosa bull terrier, atacó e hirió en la calle a otro ciudadano y a su pastor alemán. Según fuentes policiales, la perra estaba suelta, sin bozal y sin nadie que la acompañara en el momento de los hechos, a lo que hay que añadir que el animal no tenía chip ni la documentación que los agentes requirieron al dueño una vez localizado.
El suceso ocurrió sobre las 8.30 horas del pasado lunes, cuando un joven de 22 años se encontraba en la avenida Juan Grande, en Ciudad Jardín. Según relató posteriormente a los agentes, estaba bajando a su perro del maletero de su coche cuando el bull terrier accedió a su coche y comenzó a morder a su mascota en una de las pata. Al intentar evitar que continuara el ataque, el chico sufrió varias mordeduras, aunque pese a todo consiguió amarrar al bull terrier con una cuerda que tenía en el vehículo a una farola antes de llamar a la Policía Local. Con los agentes ya en el lugar, un hombre que aseguraba trabajar en las reformas de una vivienda cercana dijo que la perra se había escapado cuando accedía a la misma. Esto permitió localizar al propietario del can, un hombre de 59 años que aseguró que desconocía que el animal se había escapado hasta que los trabajadores le avisaron. Los agentes, por su parte, comprobaron que el animal no tenía chip.
La versión policial añade que al pedirle los papeles del animal el hombre aseguró que tenía una carta sanitaria, aunque no la aportó en ningún momento. De la misma manera, los agentes comprobaron que el perro tampoco contaba con el perfil genético de ADN, por lo que por lo que procedieron a denunciarlo por estos motivos y por no haber puesto medidas que evitaran el ataque. El joven, por su parte, sufrió mordeduras sangrantes de carácter leve en una rodilla, brazo y antebrazos derechos.