Automedicarse o abusar de productos que se metabolizan a través del hígado como, por ejemplo, los preparados de herboristería, los suplementos dietéticos o las hormonas, pueden causar toxicidad hepática grave, según advirtió ayer la doctora Miren García-Cortés con motivo de la celebración del LXXVII Congreso de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), enmarcado en la Semana de las Enfermedades Digestivas (SED). Actualmente, no existen pruebas específicas para diagnosticar estos episodios, puesto que el diagnóstico de la hepatotoxicidad se basa fundamentalmente en la exclusión de otra lesión hepática, si bien los especialistas ya están analizando paneles de biomarcadores diagnósticos y pronósticos para poder distinguir el daño hepático derivado de un efecto tóxico del provocado por otras causas, como las hepatitis por virus, con las que se confunde a menudo.

«La hepatotoxicidad idiosincrásica es difícil de diagnosticar y su detección requiere de una experiencia clínica amplia, pues sus signos pueden confundirse con los de otras enfermedades hepáticas. Además, pueden ser de gran severidad y manifestar una evolución muy variable. En la actualidad no hay herramientas específicas para diagnosticar con éxito esta enfermedad a la que se llega a determinar tras descartar otras patologías hepáticas», detalló. Y es que, aunque la hepatotoxicidad es poco frecuente cuando se presenta es potencialmente grave. Entre un 7% y un 15% de los casos de hepatotoxicidad idiosincrásica se relacionan con un fallo hepático agudo del hígado, que podría derivar en la necesidad de un trasplante urgente o, incluso, en la muerte del paciente. Además, se ha estimado que la incidencia de la hepatotoxicidad aguda es de entre un 2,9 y un 19 de casos por 100.000 habitantes.

En este punto, la doctora recordó que en España desde hace más de 20 años funciona el Registro Español de Hepatotoxicidad, que se puso en marcha en 1994 en Málaga, y que es de ámbito estatal. En la actualidad, este registro reúne más de 1.000 casos reportados de toda la geografía española y más recientemente desde Latinoamérica. «Este registro español caracteriza el tipo de hepatotoxicidad en función de cada medicamento causante y de los síntomas. «Los problemas de toxicidad hepática de los medicamentos constituyen una preocupación en la fase de desarrollo clínico de los medicamentos que continúa una vez que se han comercializado», añadió el responsable del Comité Científico de la SEPD, Raúl Andrade Bellido. No obstante, apostilló, que esto no impide que haya algunos medicamentos que tengan mayor potencial para provocar esta toxicidad comoes el caso de la amoxicilina, que es el que causa más toxicidad hepática, en uno de cada 2.300 sujetos que toman el tratamiento.