El próximo 30 de junio se cumple un año del debut de Unicaja Banco en la Bolsa, una jornada en la que la entidad malagueña pasó a jugar en «la primera división empresarial», tal como afirmó aquel día en Madrid su presidente, Manuel Azuaga, durante la famosa escena del toque de campana. Los primeros doce meses en el parqué han resultado sin duda muy fructíferos para Unicaja, que acumula una subida del 36,2% en sus acciones durante este periodo. El valor en su salida a Bolsa el 30 de junio de 2017 fue de 1,10 euros por acción y actualmente se sitúa en los 1,5, lo que supone uno de los mejores comportamientos registrados en el sector a nivel español. Antes de culminar el año 2017, en diciembre, Unicaja Banco fue incluido en el Índice Ibex Medium Cap, así como en los índices generales de las Bolsas de Madrid y de Barcelona.

«Unicaja Banco ha dado un paso adelante en la misma dirección en que hemos estado avanzando todos estos años. El banco ha sabido mantenerse independiente, consolidando sus cuotas de mercado y áreas de negocio y contribuyendo a la recuperación económica en su entorno. La salida a Bolsa supone ahora continuar avanzando hacia nuestros objetivos estratégicos. Unicaja Banco mantendrá en esta nueva etapa sus rasgos esenciales de prudencia, rentabilidad, calidad e innovación», afirmó Azuaga en aquella soleada mañana de junio en el Palacio de la Bolsa de Madrid, acompañado por el consejero delegado de Unicaja Banco, Enrique Sánchez del Villar, el director de Finanzas, Pablo González, y por unas 150 personas entre directivos del banco, asesores y medios de comunicación.

Pese a que la salida se produjo en un contexto de dudas derivado de la caída de Banco Popular, el debut de Unicaja Banco fue muy bien recibido por los inversores y logró ese primer día una subida del 6,3%. A finales de 2017, apenas seis meses después, había registrado un incremento acumulado de un 19,4%. En lo que va de año 2018, la acción acumula un aumento de casi el 15%, la mayor revalorización entre los bancos españoles cotizados. Esta evolución también destaca positivamente teniendo en cuenta la caída de casi el 3% del Ibex 35 y de más del 11% del conjunto de bancos que forman parte de este índice.

La capitalización bursátil del banco roza ahora mismo los 2.450 millones de euros (750 millones más que hace un año), colocándose como el séptimo de España con mayor valor dentro del sector financiero. Las acciones de Unicaja llegaron incluso a cotizar a 1,63 euros el pasado mes de mayo tras la publicación de los resultados del primer trimestre del curso, que arrojaban un beneficio de 57,4 millones de euros y un crecimiento interanual del 13,1%.

Fuentes de la entidad explicaron a este periódico que la evolución experimentada durante este primer año se considera «muy positiva», habiendo cumplido «de forma satisfactoria» los objetivos marcados, sobre todo «tras recibir desde el primer momento el apoyo y la confianza de analistas, inversores y mercados». «Sin duda, la salida a Bolsa es hasta el momento uno de los grandes hitos de la historia financiera de la entidad», comentaron.

El debut bursátil culminó un larguísimo proceso que empezó a gestarse a raíz de que Unicaja Banco comprara Ceiss (la antigua EspañaDuero) en 2014. Los responsables de Unicaja se comprometieron con Bruselas en esa operación a dar el salto al parqué antes de que acabara 2016. Sin embargo, la coyuntura, lastrada en aquel momento por incertidumbres económicas y políticas, no era la oportuna ya que imposibilitaba alcanzar un precio adecuado por las acciones que se emitieran. Unicaja obtuvo por ello el permiso para retrasar la salida hasta 2017.

Salto de dimensión

La salida al mercado bursátil ha supuesto un salto de dimensión que le está permitiendo afrontar con mucha mayor ambición sus objetivos estratégicos. Y es que Unicaja Banco aborda una nueva etapa enfocada al cumplimiento de su Plan de Negocio 2017-2020, centrado en el desarrollo de una serie de ejes vinculados principalmente a la rentabilidad, la eficiencia, la diversificación del negocio, la innovación y la gestión financiera. En este sentido, el Grupo obtuvo el pasado año un beneficio neto de 138,4 millones de euros, lo que supuso un aumento del 2,5% respecto a 2016.

Azuaga manifestaba en la Junta General Ordinaria de Accionistas celebrada el pasado mes de abril que 2017 fue un año «trascendental» para la entidad y que el plan de negocio mantiene como «sello distintivo el compromiso de las entidades originarias con sus territorios históricos, entre los que destacan Andalucía y Castilla y León, en cuyos mercados la posición es de liderazgo, y con las zonas de actuación tradicionales como Castilla-La Mancha, Extremadura o Madrid».

Uno de los objetivos que Unicaja ha logrado materializar este año ha sido la fusión por absorción de la filial EspañaDuero, lo que da paso a la culminación de la integración, ya sólo pendiente de la autorizaciones de los reguladores correspondientes. Cabe recordar que Unicaja utilizó gran parte de lo recaudado en su salida a Bolsa (en total, 757 millones de euros) para, por un lado, devolver al FROB el pasado otoño de forma íntegra y anticipada los 604 millones de euros en ayudas públicas que EspañaDuero recibió en su día y, por otro, a financiar en diciembre de 2017 la compra del 12,5% que el propio FROB mantenía en esa entidad (36,7 millones de euros). El resto se destinó a reforzar la posición de capital y a fines corporativos generales.

El presidente de Unicaja Banco ya comentó en la junta general de accionistas que la culminación del proceso de fusión con la filial EspañaDuero dará como resultado «una entidad unitaria bajo un esquema único de gestión y gobernanza que permitirá continuar avanzando en la mejora de la eficiencia, manteniendo vigentes los atributos de solvencia y de solidez financiera, cercanía, vinculación a los territorios de origen y servicio al cliente».

Azuaga añadió que esta operación posibilitará adicionalmente nuevas sinergias, la racionalización de costes y la optimización de los recursos materiales y humanos: «Se trata de una fusión que permite obtener muchos de los beneficios de una integración que actualmente se demanda al sector, explicó en la junta de este pasado mes de abril.

En estos últimos meses, Unicaja Banco ha renovado también su consejo de administración de Unicaja Banco en línea con los códigos de Buen Gobierno Corporativo de la banca. Aumentó así el número de consejeros independientes, con la incorporación de personas de prestigio y con perfiles diversificados, danto además más presencia a mujeres en este órgano (cinco consejeras, lo que equivale a cerca del 40% del Consejo).

El actual consejo, presidido por Azuaga, mantiene el número actual de 13 consejeros (dos ejecutivos, cinco dominicales y seis independientes) con cuatro nuevos nombres de prestigio: el expresidente de la CNMV y exsecretario de Estado de Economía, Manuel Conthe, María Antonia Otero (ex directiva de Telefónica), Ana Lucrecia Bolado (que viene del sector de la banca, donde ha estado en el Santander) y María Teresa Sáez (que estuvo en el BEF y como directiva en la propia Unicaja).

En 2017 Unicaja Banco llevó también a cabo otros hitos previstos en su hoja de ruta. Por un lado, la reordenación de su negocio de seguros de vida y planes de pensiones, que supuso el inicio de una nueva alianza con la aseguradora Santalucía en el ámbito de vida y pensiones, dando continuidad al modelo consolidado de actividad de bancaseguros de Unicaja Banco. La entidad destacó en su momento que sin tener en cuenta este proceso de reordenación en el ámbito de los seguros de vida, que quedó finalizado en el primer semestre del pasado año, el beneficio neto se habría situado en 189,3 millones (casi 50 millones más que el resultado que finalmente tuvo).