El proyecto de crear un museo del transporte en Málaga regresa con nuevos aires, por eso su promotor, José Ramón Rodríguez, presidente de la Asociación Cultural de Movilidad Histórica Andalia, para empezar descarta el término de museo: «Porque es una cosa muerta, aquí se trata de implicarse y, por ejemplo, de que te subas a la cabina de un avión», destaca.

El presidente acaba de presentar a la concejala de Movilidad, Elvira Maeso, el Parque Temático Ciudad de Málaga, un espacio para recorrer la historia de los medios de transporte de todo el mundo. «Si se realizara, sería el primero de esta fórmula en España, porque engloba tanto el transporte aéreo como el marítimo y el terrestre», destaca.

El parque temático toma como modelo tres grandes museos centroeuropeos: el Museo del Transporte de Lucerna (Suiza) y los Technik Museum de Speyer y Sinsheim, los dos en Alemania.

Para José Ramón Rodríguez, la base para conseguir las piezas sería montar una red de colaboración entre los museos ya existentes en España dedicados a aspectos parciales del transporte como coches, trenes o motocicletas. «El Museo del Ferrocarril de Madrid, por ejemplo, tiene excedentes de Adif; tenemos algo parecido con el Museo Ruso, aquí tenemos los excedentes de sus almacenes», argumenta.

A este respecto, también menciona los «más de cien aviones parados» que puede haber entre todos los aeropuertos españoles, fuera de uso. «Son piezas que ya no se utilizan y de las que puedes hablar con las grandes compañías, para que a cambio ellas tengan publicidad», explica. A este respecto, pone el ejemplo de los aviones de KLM en los museos alemanes.

En su opinión, para ponerlo en marcha, «necesitas tener cuatro o cinco cosas emblemáticas y a partir de ahí, ir formando el museo completo». Dos de esas piezas emblemáticas podrían ser una sala de ingravidez en desuso de una compañía aérea y un submarino: «Porque, ¿cuántas personas han tenido la oportunidad de entrar en un submarino?».

En el proyecto se detalla que el parque temático Ciudad de Málaga, alimentado por energía solar, contaría con una nave principal dividida en las zonas aérea, ferroviaria, la de autobuses y camiones, automóviles y motos, así como tiendas, varios restaurantes y un auditorio.

También contaría con un bosque, dos hoteles, un camping de autocaravanas con servicio de hotel y zonas didácticas para manejar drones, un circuito de réplicas de coches clásicos, zonas de descanso y zona infantil.

Además, como hacen otros espacios parecidos en Europa, el parque temático acogería concentraciones de coches clásicos, motos, etc para que sean otra fuente de ingresos.

Amoniaco/Campamento Benítez

José Ramón Rodríguez está convencido de que la obtención de las piezas no sería lo más complicado de este proyecto, para el que, entiende, «tiene que haber financiación privada pero el Ayuntamiento debe dar el pistoletazo de salida».

Como adelantó La Opinión el pasado mes de febrero, el presidente de Andalia propone como primera opción los terrenos de la antigua fábrica del Amoniaco, divididos en tres grandes parcelas, en una de las cuales ya hay prevista la construcción de unas 1.400 viviendas. «Las otras dos son privadas y ahora mismo no tienen uso», cuenta. Pero además, también propone parte de los terrenos del Campamento Benítez, donde ya se proyectó el Museo del Transporte de Magdalena Álvarez.

El responsable de la asociación calcula que un proyecto de esta envergadura crearía unos 800 puestos de trabajo directos y otros tantos indirectos. Tras la cita con la concejala, el siguiente en conocer este parque temático del Transporte será el alcalde de Málaga y después, la Diputación, explica.

«Esto es un proyecto para Málaga, la idea es que la gente se sienta cómoda y pase el día allí como quien va a Eurodisney o a la Warner». En todo caso, señala que si la capital no fuera receptiva, «ampliaremos el abanico».