El portavoz de IU-MpG, Eduardo Zorrilla, ha dado una rueda de prensa junto a la desembocadura del río Guadalmedina para denunciar que el problema de los malos olores y, en consecuencia, la presencia de mosquitos en la zona sigue vigente después de varios años, pues las obras que hizo OHL en septiembre de 2014, consistentes en extender una plancha de hormigón, quedó inconclusa y, además, las máquinas que entraron a limpiar los lodos que se depositan en el fondo han dañado esa construcción.

"No sólo fue una obra costosísima, insuficiente para acabar con ese problema, que se quedó a mitad, sino que ahora, cuatro años después, resulta que la plancha se ha roto como consecuencia de las máquinas que han entrado a limpiar esos fangos; se dice por el equipo de gobierno que fue un accidente, que al entrar las máquinas se ha roto la plancha, y nos toma por imbéciles, por idiotas, a los malagueños y las malagueñas, los vecinos y vecinas, y a los grupos de la oposición: esta obra se pensó para que entraran las máquinas a limpiar los fondos y, sin embargo, la obra no sólo ha sido cara, sino que adenás ha estado o mal ideada o mal hecha, pero el resultado es que no ha soportado el peso de las máquinas", ha relatado Zorrilla, quien ha indicado que alguien "debería responder por eso, estamos demasiado acostumbrados a que estas chapuzas, estos derroches del dinero de los malagueños, pues nadie responda de ellos".

Así, van a presentar una moción en el pleno de julio, que se celebra pasado mañana, para que se dé una solución a este problema, que no sólo afecta a los vecinos, sino también a un centro de salud y a un colegio de Primaria.

Ha recordado Zorrilla que las obras se hicieron en septiembre de 2014, "una costosísima y polémica obra para acabar con los malísimos olores" que llevan años sufriendo los vecinos de la zona. "Recordemos que ya este grupo y los vecinos denunciamos la chapuza que iba a suponer esta obra, provisional, insuficiente, y en la que incluso hubo una polémica entre los técnicos de Emasa y los de Urbanismo, sobre qué tipo de solución se debía adoptar; la solución adoptada fue impuesta por Urbanismo, que fue prolongar la plancha de hormigón para que luego pudieran entrar las máquinas para limpiar los fangos", ha declarado.

La empresa adjudicataria, OHL, "una de las compañías de los papeles de Bárcenas, dejó la obra a medio hacer, pese a habérsele adjudicado por un montante de 470.000 euros, que debieran bastar para hacer la obra en el tramo y terminar en el último puente del Guadalmedina, sin embargo fue insuficiente al decir de esta empresa y sólo hizo la mitad de los metros".