La Policía Nacional no recuerda una llegada tan numerosa a Málaga de inmigrantes rescatados en patera como la del pasado sábado. Así lo reconoce al menos el inspector jefe y responsable de la Unidad Central contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Comisaría Provincial, Antonio de Haro, quien en sus 15 años en el grupo nunca había vivido una situación de este tipo "tan intensa como la de este fin de semana". Según el inspector jefe, la llegada de estas 320 personas rescatadas por dos barcos de Salvamento Marítimo a la capital, que fueron trasladadas al polideportivo de Tiro de Pichón, ha provocado que los agentes se hayan visto un poco desbordados, aunque finalmente han logrado sacar todo el trabajo adelante con mucha organización y el apoyo de agentes de otros municipios.

Tras las tareas de identificación, De Haro ha explicado que las pruebas oseométrias han revelado la presencia de 13 menores. "Los que vienen acompañados de sus padres han sido entregados conjuntamente a Cruz Roja y los que están solos se han puesto a disposición de la Junta de Andalucía", ha explicado antes de añadir que había tres mujeres embarazadas y que entre las 320 personas hay entre 25 y 30 nacionalidades diferentes, todas de origen subsahariano. Igualmente, el reposanble de la Ucrif ha destacado la gran coordinación existente con Cruz Roja y con el Ayuntamiento de Málaga, con cuyos responsables están en contínuo contacto ante la posibilidad de que esta situación se repita. "Más sitio no tenemos", ha indicado De Haro, quien ha reconocido que con lo que se está viviendo en las costas andaluzas y en otros puntos del Mediterráneo hacen pensar que "la situación puede ir a más".