La Consejería de Fomento y Vivienda, a través del Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía (AOPJA), ha adjudicado la terminación de las obras del tramo Renfe-Guadalmedina del Metro de Málaga a la UTE formada por las empresas Acciona y Sando por importe de 27.693.548,11 euros.

Una vez formalizada la adjudicación se abre un plazo de 15 días hábiles para dar cumplimiento al trámite de posible interposición de recursos y, una vez vencido, se podrá proceder a la formalización y firma del contrato, y a todos los preparativos para el inicio de obras durante el verano, según ha anunciado este viernes el Gobierno andaluz.

Las obras, que tendrán una duración de 19 meses y medio, incluyen tanto las unidades pendientes de ejecutar del anterior contrato, como el proyecto modificado aprobado por la AOPJA en junio de 2016 para dar cobertura a varias circunstancias sobrevenidas durante la ejecución de las obras, como la terminación de las intervenciones arqueológicas asociadas a la obra civil.

La Junta ha explicado que previamente al inicio de las obras se está trabajando en las actividades previas como las primeras labores de implantación de la asistencia técnica de la dirección de obras y la renovación de las barreras de seguridad de los desvíos de tráfico que se encontraban deterioradas tras el periodo de paralización de las obras.

El nivel de ejecución de esta obra, antes de su suspensión en septiembre de 2015, alcanzaba el 65%, incluyendo ya en dicho porcentaje el proyecto modificado. Igualmente, las actuaciones de intervención arqueológica y apeo de la muralla Nazarí descubierta durante las excavaciones en Callejones del Perchel, arrojaban un nivel de terminación del 72%, que ahora se completarán en el marco del nuevo contrato.

El tramo Renfe-Guadalmedina, que consta de 713 metros de longitud lineal y una estación, denominada Guadalmedina, localizada en la plaza Manuel Alcántara, se desarrolla íntegramente en subterráneo. Su principal complejidad, al margen de los hallazgos arqueológicos de la muralla Nazarí, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC), reside en que en su trazado confluyen las dos líneas del Metro de Málaga, por lo que la Estación Guadalmedina consta de tres niveles de profundidad: el primer nivel acoge el vestíbulo y los niveles -2 y -3 albergan los andenes y vías de ambas líneas, con el mismo diseño que el Intercambiador de El Perchel, que posibilita el trasbordo de usuarios entre las dos líneas en un mismo nivel.

La terminación de las obras del tramo Renfe-Guadalmedina tienen una gran relevancia para la culminación de la red, pues este tramo da continuidad a las líneas 1 y 2 en servicio, y entronca con las extensiones de ambas líneas hasta el centro histórico (tramo Guadalmedina-Atarazanas) y la zona norte (prolongación hasta el Hospital Civil), que configuran la red pactada en 2013.

Las Líneas 1 y 2 del Metro de Málaga hasta el Intercambiador El Perchel-María Zambrano arrojaron en 2017 un volumen de 5,2 millones de viajeros transportados, un 4,4% más que en 2015 y, de acuerdo a las previsiones, la red completa arrojará 20,7 millones de usuarios.

Las líneas 1 y 2 del Metro de Málaga en explotación comercial (hasta el intercambiador El Perchel-María Zambrano) registraron en 2017 un nuevo récord de demanda de viajeros, superando los 5,7 millones de usuarios transportados. En concreto, Metro de Málaga transportó 5.746.420 pasajeros el pasado año, cifra que equivale a un crecimiento interanual en términos relativos de casi el 10%.