El debate en las aulas se ha convertido en un referente en Málaga gracias a la Fundación Cánovas. Los colegios asociados a ésta llevan más de un año apostando por esta actividad extraescolar en la que los alumnos aprenden a desarrollar un debate a través de argumentos relacionados a un tema en concreto. A favor o en contra. Ambas partes deben comprender los diferentes argumentos que sus compañeros exponen. «No queremos que consideren que en la vida todo es blanco o negro, de ahí que entiendan que no solo pueden estar a favor o en contra. Siempre hay grises y en este caso queríamos que los expusieran», destacó Daniel Quijano, subdirector de la Fundación Cánovas.

La Fundación Cánovas, con la colaboración de La Opinión de Málaga y de Caixa Bank, celebró el pasado jueves 28 el II Torneo Municipal de Debate Escolar en el Museo Ruso. En él participaron ocho colegios asociados a la Fundación de los cuáles, tres alumnos del Sunny View School fueron los ganadores: Pablo Denis, Cristian Hernández y Juan González. Otros tres alumnos del Colegio San Estanislao fueron los que quedaron subcampeones de este evento. «El debate se presenta como una herramienta educativa, que no sólo les servirá para aprender temarios, sino que también para su futuro laboral», explicóMiguel Ángel Ruiz, director de la Fundación.

El tema a debatir en esta ocasión giró en torno a la I Guerra Mundial y la pregunta, concretamente era: ¿Alemania es la responsable de la I Guerra Mundial?. La organización concedió a los jóvenes un mes de preparación, aunque los ganadores aseguraron que lo prepararon en tan solo «una semana y media». Cada grupo estaba compuesto por cuatro y tres alumnos, de edades comprendidas entre los 14 y los 18 años. «Desde la Caixa se apuesta por este tipo de proyecto porque creemos en los jóvenes y creemos que deben tener una oportunidad y este tipo de actividades generan esa oportunidad para las nuevas generaciones», destacó Yolanda Solero, responsable de Acción Social de Caixa Bank.

Para los jóvenes, esta actividad se conforma como un encuentro para hacer amigos donde la «superioridad», está a un lado. «El debate es como un virus, engancha mucho. Además, el ambiente es muy bueno. Hay mucho compañerismo y si alguien gana o pierde, siempre nos damos un abrazo. Conocemos gente a la que le gusta hacer lo mismo que a nosotros», destacó el joven ganador, Juan González.