Los facultativos de urgencias del Hospital Civil continúan con el plan de concentraciones previsto y el sindicato CSIF denunció ayer el caos en el que está sumido la plantilla, que ahora se enfrenta a un descubierto de cuatro médicos por turno.

Ante la falta de sustituciones, la plantilla de nueve trabajadores por turno estuvo ayer con solo cinco médicos y con la misma carga laboral que cuando son casi el doble de profesionales, según informó el sindicato, y que puede empeorar las próximas semanas, conforme avance el verano. Una situación que ha desembocado en «el caos organizativo que impera en la unidad, derivado de una nefasta gestión», en palabras del sindicato.

Si no se produce un refuerzo de personal, se quedarán sin cubrir alrededor de 1.700 horas este verano, que recaerán sobre los profesionales que queden, que tendrán que asumir la sobrecarga. Es por ello que el sindicato exigió a la gerencia del Hospital Regional, del que depende, que asuma las responsabilidades correspondientes por la situación, que se repite cada verano y que pone en riesgo la salud laboral de la plantilla y la asistencia sanitaria a la población.

La gerencia hospitalaria, por su parte, desmintió que ayer faltaran cuatro profesionales en los turnos de médicos de las urgencias del Hospital Civil, y respecto a las contrataciones, la dirección gerencia se limitó a recordar que se están planificando las vacaciones y contratando al personal necesario para cubrir las ausencias por el periodo estival.

CSIF expuso que la falta de previsión y organización ha derivado en un problema que se repite cada año, que es evitable y por el que nadie asume responsabilidades, al tiempo que exige respuestas ante la mala gestión, y soluciones.

La denuncia saltó la semana pasada cuando los trabajadores de urgencias del Civil hicieron pública la situación que viven. Con una plantilla en plenas vacaciones y sin sustituciones, los trabajadores asumen una carga laborar superior al resto del año, por el incremento de la demanda asistencial, e incluso vieron a más de 330 pacientes en 24 horas entre tres médicos, cuando la plantilla habitual para fines de semana -con menos asistencia- es de cinco facultativos.

Mientras la gerencia contrata a médicos que puedan cubrir las vacaciones, los facultativos han decidido concentrarse todos los martes y jueves a primera hora de la mañana a las puertas del hospital para exigir una solución a esta situación.