El PP afronta hoy una situación que es inédita en su historia. Abonado a un sentido estricto de la jerarquía, en el que sus líderes han dirigido al partido con puño de hierro, designando a sus sucesores por la vía del dedazo, rompe ahora con esta tradición y otorga el poder de elegir al nuevo presidente a sus afiliados. En la provincia de Málaga están llamados a las urnas los 2.047 afiliados que están al corriente de pago y que se inscribieron para participar en estas primarias. A la constatación del poco interés que ha despertado este proceso entre las bases -solo se ha inscrito un seis por ciento del total de afiliados que el partido asegura tener-, hay que sumar la presión que se ha ejercido sobre algunos afiliados para votar a favor de Soraya Sáenz de Santamaría. La exvicepresidenta con el Gobierno de Rajoy cuenta con el apoyo de la dirección provincial del PP de Málaga y tanto su presidente, Elías Bendodo, como su homólogo en el PP-A, Juanma Moreno, se han decantado abiertamente por ella.

Sin embargo, el alcalde, Francisco de la Torre, que no se había decantado públicamente por ninguno de los candidatos, hizo público anoche su apoyo a María Dolores de Cospedal. «A punto de concluir la campaña de las elecciones internas del @PPopular debo decir que mañana día 5 votaré a @mdcospedal. Está comprometida con la cohesión y unidad del partido», escribió el regidor en su perfil de Twitter. Pero De la Torre no es el único que difiere de la postura oficial del partido. El expresidente del PP y ahora senador, Joaquín Ramírez, también se ha pronunciado a favor de Cospedal.

La duda está ahora en saber hasta dónde llega su control y la capacidad de influir sobre el voto de la militancia. Bendodo se volcó este domingo con Sáenz de Santamaría y la acompañó a lo largo de una jornada maratoniana por Andalucía. Cargos intermedios, entre ellos los líderes de Nuevas Generaciones (NNGG), agitan las redes sociales en pos de llevar a Sáenz de Santamaría a la victoria y durante la fase de inscripción se ha movilizado el voto para la misma. En el comportamiento ante las urnas influirá de manera inevitable el hecho de que muchos de los afiliados que se han inscrito son cargos públicos u orgánicos del partido, con su futuro político a expensas de lo que decidan sus cuadros superiores. Solo en ediles repartidos por los ayuntamientos de la provincia, el PP de Málaga, según datos facilitados por el propio partido, cuenta con unos 400.

A pesar de todo, Bendodo ha insistido en la libertad de voto y nadie sabe muy bien cómo se van a comportar las bases ante la seguridad que brinda el arnés del anonimato en las urnas. El presidente del PP de Málaga fue uno de los primeros dirigentes andaluces en desvelar su inclinación, haciéndola extensible a la gran mayoría de dirigentes locales. La provincia se consideró sorayista.

Para esta primera vuelta, el PP ha dispuesto mesas electorales en la capital y en las sedes locales de las ciudades. Los pueblos pequeños se unificarán a través de mesas centrales. El horario para votar es de 9.30 hasta los 20.30.