El sector hotelero de la Costa del Sol vivirá de nuevo este año un gran verano, en línea con la afluencia récord de visitantes que se viene registrando en los últimos ejercicios, aunque sus responsables advierten de que el boom . La Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), que presentó ayer sus previsiones para la temporada alta, afirmó que las perspectivas son de ligero crecimiento, con una subida del 0,5% en la ocupación con respecto al año anterior. La ocupación hotelera en el mes de junio se calcula en el 76%, la de julio en el 82% y la de agosto en el 86%, mientras que en septiembre se quedará en el 79%. Tanto junio como agosto registrarán así el mismo resultado que en 2017, en tanto julio y septiembre lo aumentarán en un punto.

«Estamos contentos, pero no satisfechos. Se notan ya indicadores de alarma», comentó el presidente de Aehcos, Luis Callejón, que volvió a criticar la «desventaja» que sufren a la hora de competir con este tipo de alojamientos, cuyos propietarios no tienen que hacer frente a las obligaciones fiscales y laborales de una empresa turística (IBI, tasa de basuras, SGAE o convenio laboral). «No pedimos prohibición ni limitación, sino igualdad», aclaró. Los hoteleros afirman que hasta el mes de mayo la ocupación global en los hoteles y apartamentos turísticos ha bajado un 0,62%. El análisis por segmentos revela, no obstante, que son los apartamentos turísticos (con un 5,7% de caída en pernoctaciones) los que más están pagando la pujanza de las viviendas vacacionales, mientras que los hoteles mantienen el tipo (suben un 1,1%). En cuanto el empleo, los apartamentos turísticos también bajan un 1,5% y los hoteles lo incrementan un 4,7%.

«Esto lo avisamos hace ya dos años, cuando se aprobó el decreto andaluz (de vivendas de uso turístico). Los primeros que iban a morir eran los apartamentos turísticos y ya se está viendo. Estamos compitiendo en desigualad de condiciones. Tenemos unas obligaciones fiscales que ellos no tienen. Nunca vamos a poder competir con los precios de las viviendas turísticas a menos que se igualen las condiciones», comentó Callejón, acompañado por el vicepresidente de Aehcos, Francisco Moro, por el presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Andalucía (Aedav), Sergio García, y por el gerente de Aedav, Luis Pérez.

Aehcos considera «alarmante» la tendencia que se empieza a dibujar y pide a la Consejería de Turismo que tome cartas en el asunto. «Ya avisamos hace dos años que los centros históricos se están convirtiendo en parques temáticos y que no estamos dando la calidad que sí dan los apartamentos turísticos. Estamos en unas condiciones de desventaja». reiteró. Actualmente, la provincia de Málaga cuenta ya con 22.600 viviendas vacacionales censadas, el 60% de todas las que hay en Andalucía. A esta cantidad hay que sumar un número indeterminado de este tipo de alojamientos que no están dados de alta. «Sigue habiendo plataformas que aceptan este tipo de oferta. Eso es competencia desleal», afirmó.

De seguir esta tendencia, Aehcos teme que el número de apartamentos turísticos empiece a bajar y que en esta tendencia le sigan los hoteles de uno, dos y tres estrellas, que integran la oferta más similar a la que puedan dar las vivendas vacacionales.

«Serán los próximos que empezarán a caer, a dejar de generar empleo y a desparecer», auguró. Además, Aehcos cree que puede haber apartamentos turísticos que se pasen a viviendas vacacionales para evitarse los requisitos que se le piden como negocio. «Intuyo que en breve se buscarán fórmulas para ello», dijo Callejón.

Una actividad económica

Los hoteleros apuntaron que las diferencias en trato fiscal del que se benefician las viviendas vacacionales en relación a la industria hotelera «rayan lo anticonstitucional» y apeló a la Junta a que «coja el toro por los cuernos». «Estamos perdiendo pernoctaciones por el tema del precio, porque tenemos que pagar una serie de obligaciones que nos hacen más caros. Es obvio que así lo primero que se va a llenar es lo más barato. No pedimos prohibición ni limitación, sino igualdad, que es lo que piden todos los sectores. Así seremos más rentables, generaremos más empleo de calidad y tendremos a la industria del turismo como bandera de Málaga», señaló.

La clave, a juicio de Aehcos, es que las viviendas vacacionales se consideren una actividad económica por parte de la Junta, con lo que los ayuntamientos entrarían a controlar este segmento con planes generales, policía local e inspecciones, algo que hasta ahora no se hace.

Callejón citó, como ejemplo, que el Pepri del Centro Histórico impide la presencia de apartamentos turísticos como empresas debido a que no cuentan con salidas de emergencia, un requisito que no tienen por qué cumplir las viviendas vacacionales. «Se están quedando con el mejor sitio a costa del peor servicio. No hay igualdad», lamentó.

El responsable de Aehcos explicó que la llegada de viajeros a través del aeropuerto de Málaga ha subido un 3,7% hasta mayo, un dato que a su juicio revela que «estamos perdiendo visitantes en nuestros establecimientos reglados» que se están desviando, según suponen los hoteleros, a este canal de viviendas vacacionales. También resaltó la necesidad de fidelizar clientes en la Costa del Sol ante la recuperación que ya están exhibiendo destinos como Túnez, Egipto o Turquía, que crecen al 20% atrayendo a clientes que en los últimos años venían a España.

Estabilizar la cifra de visitantes en Málaga, como va a suceder este año, es en todo caso «una buena noticia», según los hoteleros, que apostaron por seguir trabajando en «una oferta complementaria de calidad» que ayude a romper la estacionalidad y a mantener la actividad durante los meses invernales.