Arrancó la campaña de la chirla o la coquina con este mes de julio para los mariscadores malagueños y el sector ha podido despejar una de las principales sombras que tenía para poder mejorar su competitividad: la depuración mediante lavado de sus capturas será costeada por las dos mancomunidades del litoral. Así se podrá hacer frente a la nueva normativa de la Junta de Andalucía que debe aplicarse antes de la venta en las lonjas.

«Estamos satisfechos y confiamos en que las mancomunidades lo estén también», expresó el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de la provincia malagueña, Miguel Ángel Carmona. Los caladeros, además, con motivo de las intensas lluvias de las últimas semanas del invierno «se encuentran en un estado óptimo». La depuración reseñada afecta a bivalvos como las conchas finas o chirlas y coquinas ya mencionadas, pero también a invertebrados como los búsanos y las cañaíllas.

Con la sombra de los recortes en los días de capturas que plantea actualmente Bruselas, que derivaron en un paro generalizado a mediados del mes pasado, los pescadores también hacen balance de lo que se les avecina, de cara al verano, y ven motivos para el optimismo más allá de los despachos políticos y de las frías directivas comunitarias. El propio Carmona sostiene que la concienciación social sobre la presencia de plásticos bajo las aguas marinas este 2018 empieza a marcar «un antes y un después».

«Hasta ahora nos hemos sentido como profetas en el desierto respecto a nuestras denuncias sobre la presencia de grandes cantidades de plástico o de toallitas húmedas en los fondos marinos. Había quienes nos tomaban por locos, los que nos preguntaban sobre lo que estábamos denunciando. Pero el tiempo nos ha dado la razón y los ecologistas en algunos casos están empezando a ver que somos verdaderamente los primeros interesados en cuidar nuestros mares», relata el propio portavoz provincial.

Agrega que en muchos foros el pescador empieza a estar presente y tiene voz para expresar, con el conocimiento que le da su oficio, lo que realmente hay bajo las aguas del mar. Se unen por ejemplo a las denuncias de hosteleros y de otros sectores turísticos acerca de la falta de saneamiento integral en la Costa del Sol con la construcción de la depuradora de Nerja aún en marcha.

Para Carmona es necesaria todavía mucha más concienciación en general, así como la puesta en marcha de campañas educativas entre la población escolar. «Si es mala la falta de saneamiento, lo de las toallitas ya es criminal. Supone mucho dinero para las administraciones, pero no digamos ya para el entorno medioambiental. Es un veneno. Es el gran problema, porque con la mitad de la flota que hace diez años es absurdo apuntar como antes a la sobrepesca», concluye.